A los 85 años, Luis Brandoni pasó un susto. La noticia de su reciente descompensación en el Teatro Liceo recorrió en minutos las redacciones, los grupos de WhatsApp y hasta los pasillos del propio teatro: “se suspendió la función, Beto no estaba bien”. El público se sorprendió y las preguntas y la preocupación se repitieron entre todos los presentes.
El actor, referente indiscutido de la cultura argentina, pasó de la preocupación generalizada a la tranquilidad en pocas horas. Tras ser atendido y recibir el alta médica, se confirmó que su cuadro no era serio y que podía reponerse con reposo. Lo que parecía un episodio alarmante terminó siendo, en palabras de su productor y amigo Carlos Rottemberg, “una descompensación, nada grave, nada importante”, según le dijo a Infobae.
En diálogo con otro medio, el productor se encargó de transmitir calma: “Fue solo un bajón físico. A los 85 años, cualquiera puede sufrir una descompensación, pero su estado general es muy bueno”. La aclaración fue clave para bajar la ansiedad.
El actor regresó esa misma noche a su casa, con indicaciones de descanso. Lo sorprendente es que, lejos de abandonar el escenario por unos días, se anunció que volvería a presentarse esa misma jornada. Una señal inequívoca de su entrega: ni siquiera un sobresalto en la salud logra correrlo de su pasión por el teatro.
Vitalidad, proyectos y el desafío de seguir en movimiento
En su entorno aseguran que la salud de Brandoni es buena y que cuenta con la energía suficiente para seguir con su rutina de funciones. Rottemberg lo definió como “un hombre con una vitalidad admirable” y confirmó que, tras la breve pausa de diciembre, retomará la temporada de verano en Mar del Plata, con estreno previsto para el 2 de enero.
Ese regreso a la ciudad balnearia, donde los teatros se convierten en templos del espectáculo estival, tiene un valor simbólico: allí, Brandoni se reencuentra con un público fiel que lo acompaña desde hace décadas y que lo celebra como parte de su propio paisaje cultural.
La descompensación fue un paréntesis, un recordatorio de que el cuerpo pide pausas. Pero Brandoni, con la misma convicción que lo llevó a interpretar a decenas de personajes inolvidables, volvió a escena y está listo para más desafíos.
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