Mauro Icardi volvió a sacudir el tablero mediático con un descargo explosivo en sus redes sociales, horas después de que se conocieran detalles tan impactantes como perturbadores sobre los supuestos rituales satánicos que Nicolás Payarola habría encargado para perjudicar a sus “enemigos”. La información fue revelada este lunes por la noche por Yanina Latorre en "SQP" y por Ángel de Brito en “LAM” (América TV) y desató un verdadero escándalo que mezcló causas judiciales, brujería, violencia simbólica y viejos conflictos personales.
Según se contó al aire de su ciclo de espectáculos Latorre, Payarola —exabogado de Wanda Nara y quien llevó adelante las causas contra Icardi por el cuidado personal de sus hijas, Francesca e Isabella— habría recurrido a una bruja para realizar rituales con gallinas, con el objetivo de dañar a personas de su entorno, entre ellas Lara Piro, actual abogada del futbolista.
La situación cobró todavía mayor gravedad cuando se recordó que Payarola ya no representa legalmente a Wanda y que por estas horas permanece detenido, acusado de apropiarse de más de 800.000 dólares pertenecientes a la familia del futbolista de River Plate y la Selección argentina, Gonzalo “Cachete” Montiel.
En ese contexto, Yanina Latorre sumó detalles escalofriantes en “Sálvese quien pueda” (SQP). “En este momento terminaron de peritar el teléfono de Payarola. La cantidad de gente comprometida… Son 172 capturas muy complicadas. El tipo hacía brujerías, tenía una bruja que mataba gallinas. Hay muchos chats”, aseguró la conductora. Y fue más allá al explicar que el abogado estaba obsesionado con tres “enemigos acérrimos”: Lara Piro, Gonzalo Montiel y Sergio Occhiuzzo, uno de los primeros en denunciarlo públicamente.
Tras la explosión mediática del caso, Mauro Icardi eligió no callar. Desde sus redes sociales, publicó un descargo feroz, cargado de bronca, acusaciones y mensajes directos, que rápidamente se viralizó. El texto completo decía:
“Caíste tras las rejas por estafas. Eso ya lo determinó la Justicia. Pero yo no me olvido. No me olvido de cómo usaste la ley como disfraz mientras actuabas fuera de ella. De las amenazas, del chantaje, del miedo como herramienta. No me olvido del sufrimiento que le hiciste pasar a mis hijas. Ser el cómplice principal de alguien que quiere separar a un padre de sus hijas no es estrategia: es crueldad. Y hoy, como si faltara algo, salen a la luz rituales, macumbas, velas negras y sacrificios. Pero quedate tranquilo: a la gente buena, a la gente real, eso no nos afecta. Nunca fuiste poderoso. Fuiste un payaso de circo jugando a oscuro, creyéndote temido, cuando en realidad eras miserable. Y ahora llega el encierro. Nueva cárcel, nueva ‘casa’, nueva realidad. Ojalá el silencio del encierro te devuelva todo el miedo que hiciste padecer a otros”, aseguró Icardi en una primera historia de Instagram.
Lejos de quedarse ahí, el delantero del Galatasaray redobló la apuesta con una segunda historia, en la que amplió su enojo y apuntó directamente contra periodistas y operadores mediáticos que, según él, habrían sido funcionales a las maniobras del abogado.
“Y a los periodistas cómplices, a los que operaron, a los que mintieron, a los que cobraron favores y ensuciaron la verdad: los chats hablan solos. El escrache público es inevitable. Hoy todos se quieren disociar, hacerse los sorprendidos, mirar para otro lado. Pero fueron parte. Son cómplices. Muchos van a tener que cambiar de profesión, porque cuando se cae la careta ya no queda credibilidad que salvar. Y a los demás cómplices, los visibles y los silenciosos: también les va a llegar. Van a caer uno por uno. Porque como siempre dije, las caretas se caen. Yo sigo de pie. Mis hijas también. Esto no se publica por venganza. Se publica por memoria”, expresó el deportista.
Como cierre, Icardi compartió un tercer posteo generado con inteligencia artificial, que terminó de sellar el tono oscuro del mensaje. En la imagen se veía a un hombre de pie en lo que parecía ser una celda, rodeado por un círculo de velas negras encendidas y gallinas y gallos blancos y negros.
De fondo, un enorme retrato con el rostro del propio Icardi dominaba la escena. El mensaje final era tan directo como provocador: “Cuando tocaste mi nombre, empezaste a cargar con tu propia sombra, Payarola. Que tengas unas felices fiestas encerrado, ni las gallinas te van a salvar”.
El descargo se completó con un video de Icardi jugando con unas gallinas dentro de un gran gallinero. Esta vez, el delantero no solo volvió a exponer la profundidad del conflicto judicial y personal con su su ex, sino que sumó un capítulo inesperado, atravesado por acusaciones extremas y un nivel de violencia simbólica que no pasó desapercibido. Mientras la Justicia avanza con la causa contra Payarola, el futbolista dejó en claro que, al menos desde su lugar, no piensa olvidar ni perdonar.
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