"Cuando arranqué mi ilusión era poder poner música para mis amigos, poder hacer bailar gente. Ya que se junte un grupito de 20-30 personas y poder ponerles música para mí era un sueño", recuerda Mariano Mellino, el reconocido DJ argentino que muchos nombran como el heredero oficial de Hernán Cattáneo, el máximo referente argentino de la electrónica en el mundo.
Oriundo de Villa Madero, donde se crió junto a su familia, fue allí donde Mellino dio sus primeros pasos como DJ pasando música electrónica, cuando el género era mayormente desconocido en el barrio. En ese sentido, en diálogo con revista GENTE, el DJ de 40 años asegura que "de ahí para delante todo es obra de mucho trabajo, de ir creciendo e ir entendiendo, desarrollándome como artista. A medida que fui creciendo empecé a ir soñando con tocar en otros países o en festivales masivos como el ULTRA".
Lo cierto es que Mariano Mellino descubrió su pasión por las consolas a temprana edad, a los 19 años. Sin embargo, hasta los 30 años trabajó en la pescadería familiar en paralelo sin renunciar o abandonar su sueño.

La historia de Mariano Mellino, el DJ pescadero que no renunció a su sueño
-¿Cuál fue el momento que marcó tu carrera, y que te hizo ver que podías vivir siendo DJ?
-Cuando empecé a lanzar más música, y a partir de lanzar cada vez más música mi nombre empezó a hacerse más conocido. Ahí empecé a tener más presentaciones y eso hizo que económicamente pueda tener un sostén y poder decir que me dedico a esto 100%. Aunque bueno, la decisión ya la había tomado de mucho antes.
-Vos arrancaste a los 19, pero paralelamente laburabas en el negocio familiar.
-Bueno, la música comenzó en mi vida como un hobbie, hasta que después me empecé a interiorizar y me empezó a gustar cada vez más. Pero obviamente vivir de esto dependía también de una economía, y mi familia vive de una empresa familiar de la pesca, y cada cual tenía su negocio, y para mi trabajar de la pescadería era lo que me daba la oportunidad de ser DJ los fines de semana. Con el tiempo pude hacer que la música pase a ser el sostén económico de mi vida y ahí hice el switch.

-¿Qué dijo tu familia cuando veían tus ganas de querer dedicarte a ser DJ?
-Tuvo varias etapas, porque al principio no sabían que por ahí se podía vivir de la música, antes no se conocía tanto de esta profesión y la realidad es que muchos años atrás era difícil vivir de la música, pero me apoyaban, porque estaba haciendo lo que a mí me gustaba. Después muchos años más adelante, cuando vinieron las giras internacionales y demás, ahí entendieron que venía en serio.
-¿Qué dicen hoy de tu carrera?
-No, mi familia está muy feliz y orgullosa. Obviamente apoyando y entendiendo mi crecimiento.
-¿Tenés sobrinos o primos que ya estén siguiendo tu camino?
-Tengo un sobrino, Sergio, que es DJ, y trabaja con nosotros en el equipo, y después mi hermano mayor fue DJ también, así que algo de la música siempre estuvo dando vueltas en casa.
-¿A través de él tenías ese contacto con la música?
-Sí, pero en ese momento cuando él era DJ yo no quería ser DJ, estaba en otra, jugaba al fútbol, quería ser futbolista, pero después se me despertó el bichito.

-Si tuvieses que dejar la consola de lado ¿Qué te gustaría hacer?
-Me gustan mucho los animales, soy muy fanático de los perritos. Creo que haría algo relacionado a eso, para ayudarlos. Pero la verdad no sé qué haría, por suerte supe desde muy temprano mi pasión y vivir de eso, que me allanó el camino, además que esta carrera es larga y todavía tenemos mucho para dar.
-¿Lugares donde anheles tocar?
-Me gustaría participar en el Coachella, en el Festival Glastonbury también, o recorrer el mundo con el Lollapalooza o el Ultra. La verdad que estoy abierto a ir para todos lados.
-¿Algún lugar que te haya marcado?
-Yo siempre digo que mi lugar favorito después de Argentina es Japón.
-¿Qué tiene de especial?
-Tiene magia, la gente es alucinante, tienen un respeto, todo te parece una fantasía, es muy lindo y cálido.

-Todos los artistas elogian el público argentino. ¿Cómo lo describirías?
-El público argentino la verdad que es alucinante, es lo más grande que hay. No lo digo yo, sino todos los artistas internacionales que vienen y se presentan cada fin de semana. Hemos sido elegidos la mejor escena del mundo porque es un público ferviente, muy pasional y fiel a los artistas. Es un lujo haber crecido acá.
-¿Cómo reconocés si hay argentinos entre el público en otros países?
-Porque vienen, se acercan, te bailan, te piden una foto, te quieren dar un abrazo, son muy cálidos. Cuando estás muy lejos, tener 4-5 argentinos entre el público te hacen sentir como que estás entre familia. Lo que generan por el mundo es alucinante, y a nosotros su presencia nos hace muy bien.

-Esta es una carrera muy de nómade, ¿cómo es tu vida en ese sentido?
-Muy dinámica todo el tiempo, tipo nómade por todos lados. Por momentos estoy más en Argentina, por momentos estoy más por afuera. Ahora se vienen unas giras largas y me voy.
-En lo que va el año, ¿cuántos viajes vas haciendo?
-Hasta ahora creo que llevo ya unos 30 vuelos. Pero el año pasado fueron al rededor de 96-98.
-¿Qué les decís a aquellos chicos que sueñan con ser DJ?
-Les diría que la música es lo más grande que hay, a mí me salvó la vida, y me ayudo a salir de momentos muy difíciles también, y me dio muchas alegrías. Hagan lo que hagan con la música, ya sea tocar un instrumento o ser DJ, lo que quieran hacer, que lo hagan con el corazón y que disfruten todo el camino. Y que no le tengan miedo a nada, porque la música es para todos, nos conecta, yo nunca imaginé llegar a lugares donde llegué con la música.
Agradecemos a Agencia CZ Comunicación
Fotos: Cortesía equipo Mariano Mellino