Rocío Marengo vivió en la mañana del 24 de diciembre el momento que más esperaba. En vísperas de Nochebuena y Navidad, su hijo Isidro Fort, fruto de su relación con el empresario chocolatero Eduardo Fort, recibió la tan ansiada alta médica y se fue a casa con sus padres.
La noticia la dio ella misma a través de sus historias de Instagram. Desde el Sanatorio Otamendi, la flamante mamá primeriza compartió una imagen de su bebé durmiendo plácidamente, envuelto en una manta de hilo blanca con delicado tejido trenzado, que también cubría parte de su cabeza a modo de capucha.
Isidro tenía puesto un chupete color crema con un sutil diseño animal print y descansaba sobre una superficie blanca, probablemente su cuna o moisés del sanatorio. A su lado, un peluche de elefante gris completaba una postal tan simple como conmovedora.
El posteo tuvo un peso especial. Isidro había nacido de manera prematura el 3 de diciembre y permaneció internado durante tres semanas en el sector de neonatología. La imagen celebró, sin vueltas, que el bebé estaba sano y listo para comenzar su vida en casa.
“Mi amorcito llegó el día…”, escribió Marengo, visiblemente emocionada. Y en otra línea sumó, con una alegría difícil de disimular: “Hoy, nos vamos a casa!”.
El nacimiento de Isidro Fort
Días atrás, Rocío había revelado detalles hasta entonces desconocidos sobre el nacimiento de Isidro. Según contó, el parto fue de urgencia y estuvo atravesado por una situación límite. “Se me desprendió la placenta y tampoco lo mostré ni lo conté. El parto fue de urgencia, con Isidro corrimos riesgo de vida, fue un ‘yaaaa al quirófano’”, relató en un descargo que compartió en sus redes.
En ese contexto, destacó el rol clave de su médico: “Mi obstetra, el Dr. Alejandro Falco, fue fundamental para que hoy estemos contando esta historia”. Sus palabras dejaron ver la dimensión de lo vivido y la gratitud por haber atravesado con éxito un momento crítico.
Con la misma firmeza, Rocío también apuntó contra quienes opinaron sin conocer su realidad. “Claramente no entienden y no pasaron por algo similar, si no, no se animarían a opinar”, escribió, en referencia a las críticas que recibió durante la internación de su hijo, incluso por haberse mostrado lista para salir a cenar con amigos.
Lejos de quedarse en el dolor, cerró su mensaje con una definición contundente sobre su maternidad: “Sepan que jamás me harán dudar de mi rol como mamá, soy la mejor. Busqué a mi bebé con todo mi amor, paciencia y fuerza”. Y llevó tranquilidad sobre la salud del pequeño: “Isidro está muy bien, es cuestión de días y nos vamos a casa”.
