Con tan sólo 21 años, Marta Fort no suele pasar desapercibida, y su presencia en el Campo Argentino de Polo no fue la excepción. Este domingo, antes de que La Natividad La Dolfina y Ellerstina disputaran la final del 132° Abierto Argentino, la joven influencer visitó el living de Hagamos Podio y charló en exclusiva con GENTE sobre su primera vez en el torneo más importante del mundo.
"Acabo de llegar y me parece muy linda la convocatoria. Se ve que es algo que atrae porque está lleno de gente", comentó Marta con honestidad apenas se sentó frente al micrófono.
Aunque reconoció que "no entiende mucho" del polo, sorprendió al revelar que el deporte no le es totalmente ajeno: su conexión viene a través de la familia de Rocío Marengo (la actriz que es pareja de su tío, Eduardo Fort). "Es que ella tiene sobrinos que juegan al polo, y yo algunas veces probé jugar", dijo restándole importancia.

Obviamente, eso llevó a que le preguntemos cómo le fue en la cancha, a lo cual Marta no dudó en reírse de sí misma: "Le habré dado a la pelota unas tres veces, pero el intento estuvo divertido".
Expectativa vs. Realidad, y el alivio de no haber ido en tacos
Consciente de que el Campo de Polo de Palermo es una vidriera, Marta estudió su outfit con estrategia, pero se llevó una sorpresa al llegar. "Es que me armé un look de lo que yo me imaginaba que se podía llegar a usar", explicó sobre su vestido camisero off-white y su gargantilla de oro amarillo.
Sin embargo, al ver el ambiente real, se dio cuenta de que su imaginación había sido mucho más formal que la realidad. "Imaginaba que iba a ser más formalito pero estoy viendo que la gente está bastante relajada... capaz me pude haber preocupado un poco menos", admitió con una leve subida de hombros al notar que quizás se había producido de más.

De todos modos, contenta -y cómoda- con su elección, comentó: "Siento que la pegué bastante".
Un dato es que, con suma humildad, ella no dijo nada de su gran acierto: la cartera celeste y blanca que tenía sobre su regazo. La misma, lejos de ser 'un accesorio más', representaba un guiño ultra fashionista al entorno: es que se trataba de la icónica Saddle Bag de Christian Dior, un diseño creado en 1999 por John Galliano como tributo a la elegancia del mundo ecuestre; de ahí su inconfundible silueta y su nombre, ya que 'saddle' significa literalmente montura o silla de montar en inglés.
Por otra parte, su instinto la salvó de un error fatal a la hora de caminar sobre el césped y los rústicos caminos de tierra que rodean la cancha de polo: 'Casi traigo tacos, pero dije no, es un montón. No es necesario', contó aliviada con su elección de calzado.
Una lluvia de monedas para el campeón
El momento más viral de la charla llegó cuando imaginó cómo uniría el universo de la marca Felfort con el del polo. Al preguntarle qué golosina representaría mejor al deporte, no dudó: "Un Cereal Fort, o una monedita, algo chiquitito".
Y su creatividad voló más alto al pensar en la ceremonia de premiación. ¿Su propuesta para los ganadores del Abierto? "Las moneditas quedarían bien como premio. Podrían ganar y encontrase con una piñata llena de moneditas". Una idea lúdica y dulce que, sin dudas, hubiera sido el broche de oro perfecto para los campeones de La Natividad.

Más allá del deporte: afters, música electrónica y vida de barrio
Si bien esta fue la primera vez de Marta Fort alentando desde la tribuna, el predio de Libertador y Dorrego no le es ajeno. Marta confesó que, por vecindad y vida social, el Campo Argentino de Polo ya formaba parte de su mapa nocturno mucho antes de interesarse por los caballos.
"Si les soy sincera, lo primero en lo que pensé cuando me preguntaron qué más había en el Campo de Polo además de los partidos fue en los Afters", respondió ante la pregunta de las conductoras, y agregó entre risas una infidencia sobre su respuesta: "Estaba pensando en decir algo antes para no quemarme... pero bueno".
"Como vivo cerca, vine más de una vez ante el aburrimiento con amigos a dar una vuelta por Cruza". Y si de fiesta se trata, la música es clave para los famosos afters de Palermo. Al respecto, Marta se definió como una todoterreno en la pista ("bailar, bailo de todo"), pero confesó que es más selectiva en los auriculares: "Escucho electrónica, pop o algo más clásico".

Así, habiendo conquistado primero la noche y ahora el día deportivo, Marta completó el casillero que le faltaba. Entre risas, moda y ocurrencias, demostró que tiene cintura para moverse en cualquier ambiente, aportando siempre esa frescura que ya es su marca registrada. Ahora sí, oficialmente, es una más en el mundo del polo.
Fotos: Rocío Bustos.
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