Noviembre ha sido un mes de eventos top, y los famosos lo saben. Desde glamour con brillos hasta la elegancia atemporal del blanco, se pudieron observar looks que empiezan a darle impulso a la moda actual. “Este verano marcará un quiebre estético decisivo en la región”, afirma a GENTE la especialista en moda Andrea Garmendia.

Y cuenta: “Se impone un clima visual en el que los metales, las transparencias y el mix de texturas conviven con volúmenes estratégicos y un soft goth reinterpretado para el calor porteño. La mezcla de estilos se vuelve protagonista y confirma el final de la estética confit”.
“En su lugar, vemos el regreso de las alturas, la sastrería como eje estructural y la irrupción de detalles ultrafemeninos -corsets, lencería a la vista y piezas de inspiración boudoir- que transforman el outfit cotidiano en una propuesta cómoda, sensual y con propósito”, define la conductora de Imagen de moda (Canal 9).
El reinado del brillo y el efecto glitter
Una tendencia que ha vuelto con fuerza es el uso de telas con glitter o aplicaciones de pedrería que capturan todas las luces. El efecto es pura opulencia y glamour.





El total white: la elegancia pura y sofisticada
El blanco se consolida como el color de la sofisticación absoluta, ideal para looks minimalistas y de alto impacto. Vimos cómo el clásico total white se adapta a diferentes estilos, desde el gala hasta el más chic y contemporáneo.




El poder del negro y los tonos oscuros
Para quienes prefieren la intensidad, el negro y los looks vibrantes se mantienen como esenciales.








El acceso clave: collares statement y joyería audaz
Ningún look de noviembre se sintió completo sin una joyería que hablara por sí misma. Vimos una fuerte tendencia en:
- Collares maxi y de piedras en cascada.
- Pendientes grandes y llamativos que enmarcan el rostro.
- La combinación de cadenas de oro de diferentes grosores.
Qué se viene para el verano 2026

“De cara al verano 2026, la lectura es clara: entramos en la era del ‘fin de las tendencias’. El estilo personal -seguro, versátil y coherente- es el valor más buscado. La reutilización de prendas y la posibilidad de transformar un mismo outfit mediante estilismo y accesorios no sólo potencia la creatividad, sino que establecen un coqueteo responsable con el planeta”, dice.

Además, analiza que “el retorno del polka dots es otro indicio contundente de esta nueva etapa. Los lunares irrumpen en accesorios, vestidos de corte hopper que recuperan una sensualidad elegante, y camiseros impecables que elevan cualquier look urbano. Las mega faldas se combinan con camisas lisas y con estampas ópticas o bloques de color, configurando un escenario en el que la experimentación domina. La temporada invita a jugar: combinaciones audaces, menos previsibles y absolutamente libres, alineadas con una manera más auténtica de vincularse con la moda”.
