La semana del 10 al 16 de noviembre llega con una poderosa energía lunar en fase menguante que transita por Leo, Virgo y Libra, preparando el terreno para un nuevo ciclo emocional y espiritual. Son días propicios para cerrar asuntos inconclusos, soltar vínculos o hábitos que ya no se alinean con el presente y dar espacio a nuevas oportunidades antes del próximo ciclo de Luna nueva.
Durante estos días, la Luna formará aspectos favorables con Júpiter y Mercurio, potenciando la comunicación, la reflexión y la expansión interior. Es un período que invita a actuar con calma y consciencia: todo lo que se libere ahora abrirá el camino a transformaciones más profundas hacia fin de mes.
Las predicciones semanales para cada signo

Aries: Semana de evaluación profunda en temas laborales y emocionales. La Luna en Leo al comienzo activa el deseo de brillar, pero también exige actuar con madurez y evitar impulsos innecesarios. Hacia el jueves, con la Luna en Virgo, será importante ordenar prioridades y cuidar el cuerpo. Cerrar proyectos pendientes permitirá recuperar claridad y energía. El fin de semana llega con alivio y la posibilidad de definir un nuevo propósito.
Tauro: El paso de la Luna por signos afines favorece la conexión emocional y el fortalecimiento de vínculos. Es una etapa ideal para cuidar relaciones cercanas y reconciliar situaciones pasadas. Venus impulsa la búsqueda de estabilidad, pero también recuerda que el cambio puede ser una forma de crecimiento. En el plano laboral, una conversación o propuesta abrirá nuevas perspectivas. Conviene mantener prudencia en lo financiero.
Géminis: Los días traen una energía introspectiva que invita a ordenar ideas y concretar metas. Las conversaciones adquieren un tono más profundo y revelador. La Luna en Virgo orienta hacia la organización y la claridad mental, mientras que el paso a Libra suaviza tensiones y promueve la empatía. Es un buen momento para recomponer vínculos o sanar malentendidos del pasado.
Cáncer: La Luna, regente de este signo, marca una semana de limpieza emocional. La energía menguante impulsa a soltar cargas acumuladas y cerrar ciclos familiares o personales. El silencio y el descanso se vuelven esenciales para recuperar equilibrio. En el ámbito laboral surgen oportunidades de avance, siempre que se mantenga la serenidad y la intuición como guías. El amor se estabiliza si hay comunicación transparente.
Leo: La semana comienza con la Luna en el signo, aportando magnetismo y determinación. Sin embargo, la fase menguante pide bajar la intensidad y observar antes de actuar. Es tiempo de redefinir objetivos y liberar presiones innecesarias. Con el ingreso de la Luna en Virgo, se favorece el orden y la organización. Es conveniente cerrar compromisos que ya no aportan crecimiento.
Virgo: La Luna transita el signo a mitad de semana, otorgando claridad mental y sentido práctico. Es un momento ideal para depurar rutinas, simplificar el entorno y cuidar la salud física y emocional. Las decisiones tomadas desde la calma generarán resultados duraderos. En el plano afectivo, se recomienda priorizar el diálogo sincero y no caer en el exceso de análisis.
Libra: Con la llegada de la Luna a su signo hacia el fin de semana se abren puertas a la renovación emocional. Los días previos pueden resultar exigentes, pero el equilibrio retorna gradualmente. Es una semana propicia para iniciar proyectos o relaciones desde una nueva perspectiva. En el amor, la armonía se recupera si se actúa con autenticidad y sin buscar aprobación externa.
Escorpio: La temporada escorpiana continúa marcando procesos de transformación y profundidad. Esta semana señala un cierre importante: lo que se deja atrás permitirá una verdadera liberación. La Luna menguante impulsa la introspección y el perdón. En el terreno económico, es recomendable evitar gastos innecesarios y enfocarse en prioridades reales. Un reencuentro o una noticia traerá emociones intensas y reveladoras.
Sagitario: La combinación de la energía lunar con Júpiter genera un impulso optimista y expansivo. Es un período favorable para planificar viajes, estudios o proyectos creativos, siempre que haya claridad en las metas. En el ámbito emocional, una conversación pendiente permitirá comprender mejor las propias necesidades. Conviene no insistir en lo que ya no fluye y abrirse a nuevas oportunidades.
Capricornio: La semana se presenta como un llamado al orden y la revisión de responsabilidades. La influencia de Virgo ayuda a enfocarse en los detalles y concretar compromisos, mientras que la Luna menguante invita al descanso y a la introspección. En el amor, puede surgir la necesidad de espacio personal o reflexión sobre el rumbo de una relación. El fin de semana favorece la planificación y el equilibrio.
Acuario: Los días se caracterizan por una energía más introspectiva. Es momento de alejarse de distracciones y replantear objetivos personales y profesionales. Con la Luna en Libra hacia el fin de semana, las relaciones se suavizan y surge el deseo de compartir desde un lugar más equilibrado. Una propuesta inesperada podría modificar el rumbo laboral. Es esencial cuidar el descanso y evitar la sobrecarga mental.
Piscis: La sensibilidad se potencia durante esta fase lunar. La semana favorece la sanación emocional y el cierre de viejas heridas. La Luna en Virgo puede generar cierta tensión, pero también impulsa a establecer límites más claros. La intuición se convierte en la mejor guía para tomar decisiones. En el amor, la empatía y la ternura permiten fortalecer vínculos auténticos.

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Ritual de cierre y renovación: “El espejo de la claridad”
Durante la fase menguante, la energía universal invita a liberar lo que ya no tiene lugar en la vida cotidiana. Este ritual, simple pero poderoso, puede realizarse cualquier noche entre el 12 y el 15 de noviembre.
Se recomienda buscar un espacio tranquilo, colocar una vela blanca frente a un espejo y encenderla con la intención de limpiar pensamientos y emociones. Al observar el reflejo, se pronuncia mentalmente: “Dejo ir todo lo que me pesa y abro mi camino a nuevas oportunidades.” La luz actúa como símbolo de claridad interior.
Cuando la vela se consuma, se escriben tres cuestiones que se desean soltar y tres que se anhelan manifestar en el próximo ciclo lunar. Ese papel puede guardarse en un lugar especial o quemarse con cuidado, visualizando cómo se disuelven las cargas y se abre paso a la renovación. Cada cierre marca también el inicio de un nuevo comienzo.

