La Iglesia Católica se encuentra en horas de duelo y expectativa. La muerte del Papa Francisco marcará el comienzo de una nueva era tras un pontificado de doce años, y esto tiene un correlato en el siempre nombrado Michel de Nostradamus. Una vez más sus predicciones generan debate y llaman la atención a más de uno.
Es que, en base a las interpretaciones de sus profecías históricas, muchos recuerdan la sucesión de papas que marcó: un papa extranjero, uno que iba a morir de anciano y otro negro. Y que este sería el último porque llegaría el "fin de todos los tiempos" o el famoso "Juicio final".

Siguiendo cuestiones con raíz en hechos reales, algunos sostienen que el “extranjero” era Benedicto XVI (de origen alemán, hecho que rompió con una larga tradición de líderes italianos) y el anciano Mario Bergoglio, de 88 años, teniendo en cuenta que su antecesor renunció y que San Pablo VI murió a los 80, Juan Pablo I a los 83, y Juan Pablo II a los 84.
De confirmarse, sería otro hecho histórico. ¿Y por qué no resulta extraño? Porque entre los candidatos con mayores chances de ocupar el puesto se encuentra Robert Sarah, religioso originario de Guinea-Conakri.
Un verdadero punto de inflexión, considerando que Sarah es uno de los más férreos opositores a la postura que tuvo Francisco sobre temas cruciales como la homosexualidad, al manifestar que era “una aberración” dar las bendiciones a parejas del mismo género.

Sin embargo, los más escépticos sostienen que las profesías de Nostradamus son adaptadas a hechos de la actualidad para que tomen más relevancia.
Los problemas de salud que atravesó el papa Francisco los últimos meses
El Papa Francisco venía atravesando diferentes problemas de salud, que generaban mucha preocupación. Es que el 14 de febrero fue internado en el Hospital Gemelli de Roma por problemas respiratorios. Pronto se difundió que transitaba una bronquitis por infección polimicrobiológica, sumada a una delicada neumonía bilateral.
Finalmente, el domingo 23 de marzo, recibió el alta médica, luego de estar internado durante 38 días. Antes de salir del hospital, el Sumo Pontífice realizó su primera aparición pública: salió en silla de ruedas al balcón del segundo piso del centro de salud para saludar a la multitud de fieles y bendecir a todos los presentes que esperaban su aparición.

El Papa elevó el pulgar, saludó a la multitud y la bendijo levantando sus manos de su regazo. A pesar de que se creía que no hablaría, debido a sus dificultades respiratorias por el prolongado uso de oxígeno durante su hospitalización, en un momento le pidió a un colaborador que le acercara un micrófono.
"Gracias a todos", dijo con voz débil, difícil de comprender. Ante sus dificultades respiratorias decidieron retirarlo velozmente del balcón, en medio de los aplausos y gritos de la multitud. Unos minutos más tarde se lo pudo ver abandonar el hospital, con cánulas nasales de oxigenación puestas, sonriente, pero con aspecto cansado.