Cómo es hoy la vida de Karol Sevilla, la estrella de "Soy Luna": entre el amor que golpeó a su puerta y la "ansiedad social" que debió aprender a controlar – GENTE Online
 

Cómo es hoy la vida de Karol Sevilla, la estrella de "Soy Luna": entre el amor que golpeó a su puerta y la "ansiedad social" que debió aprender a controlar

Con el humor y la frescura que la caracterizan, la estrella mexicana habla a fondo con Revista GENTE: su presente artístico, el aprendizaje que le dejó crecer frente a las cámaras, la emoción de volver al papel que cambió su vida y la manera en que transita entre la devoción de sus seguidores y las críticas en las redes sociales.
Íntimos
Íntimos

Karol Sevilla recorre los estudios de Disney con una sonrisa. La rodea su equipo y una persona muy especial, su mamá, Carolina Cisneros. "Viajo a todos lados con ella", cuenta a Revista GENTE mientras posa. No hay toques de diva ni peticiones especiales, sólo chistes y espontaneidad. Acaba de terminar de rodar la cuarta temporada de Soy Luna, y en los pasillos del set de Munro todavía se respira ese aire de fin de rodaje y esa mezcla de nostalgia y satisfacción de estar levantando la escenografía de un mundo que dejará de existir, al menos, en esa locación.

Karol hace cinco meses que está en la Argentina, tiempo en el que, no sólo se volvió a reencontrar con un personaje entrañable que cambió su vida, sino que tuvo que volver a patinar y hacer pruebas en la pista. "Pensé que me iba a costar más", confiesa. Pero hay algo de esos dos años que se la pasó arriba de ocho ruedas que su cuerpo no olvidó y que rápidamente se acomodó aunque en el medio el suelo se convirtió en su mejor amigo y también Juanpi, el coach.

Ahora, la mexicana que se siente mitad argentina tiene 25 años, ya no es ese niña que se vio por primera vez en la pantalla de Disney Channel en 2016 pero su esencia sigue siendo la misma. "Volver a Soy Luna fue reencontrarme con mi niña interna", admite Karol, mientras cuenta que en unas horas estará rumbo al DF donde la esperan unos buenos tacos; eso y a su novio, el futbolista Diego Monroy, fueron las dos cosas que más extrañó estos meses.

Karol Sevilla, en la tapa de GENTE.

Mientras la pintan y preparan para la producción, Karol habla sin parar y cuenta anécdotas, tiene una bata de Stitch y tres cambios listos en un perchero. Está en el camarín, en los pasillos se ve a Malena Ratner (Delfina). Casi todos, salvo su antagonista, Ámbar (Valentina Zenere) aceptaron regresar a la ficción que los marcó para siempre.

Histriónica y divertida posa adelante del perchero de Luna, camina por los pasillos y encuentra una casa colonial para imponer un traje con un estampado que emula la naturaleza. En minutos, Karol hace mil muecas, le grita a un técnico que ve pasar de lejos, hace diferentes piruetas y entra a boxes para cambiar de traje. No hay un dejo de cansancio ni de mal humor, ni tampoco rastros de esa fobia social que más tarde va a contar que sufre por haber tenido tanta exposición de chica.

Karol Sevilla y Luna no parecen ser muy diferentes, son, según palabras de la actriz, "la misma persona" y, más allá de que al principio luchó por no volver a interpretarla y encontrar un camino lejos de ella, ahora, siendo la mujer en la que se convirtió, asegura que volver a Luna fue justamente lo que necesitaba para abrazar ese papel y habitarlo, hoy, desde otro lugar.

-¿Cómo fue para vos regresar a este personaje tan icónico de tu carrera y de tu vida?

-Fue muy divertido, pero también sabía que era una gran responsabilidad. No sólo por volver a vivir en Argentina, sino por ponerme otra vez en la piel de un personaje que dejé siendo muy chica, con otra energía. Me enfoqué mucho en disfrutar la historia y en lo que quería contar, porque no sólo le hablamos a los grandes que crecieron con nosotros, sino también a una nueva generación que está descubriendo Soy Luna.

Karol, con 25 años, recuerda sus primeros pasos y habla del vínculo con sus compañeros de elenco.

-Entre que dejaste Soy Luna y volviste, hubo muchos cambios en el mundo y sobre todo en la forma de consumir ficción, ¿cómo viviste volver a Luna en este nuevo paradigma?

-Creo que el mundo cambió mucho. Imaginate, antes los niños se sentaban en el sillón de sus casas y esperaban el horario para verla en Disney Channel. Hoy es diferente, porque ya hoy es una plataforma: podés mirar la serie completa en un fin de semana. Fue un desafío entender cómo se mueven ahora los chicos y adaptarnos a esa dinámica, pero creo que lo hicimos muy bien. El anuncio de la cuarta temporada fue una locura, un furor mundial y la gente lo aceptó muy bien. Eso impresionó mucho, porque el alma de Soy Luna sigue presente.

-¿Qué cambió en vos en todos estos años?

-De estatura sigo igual (risas). No cambié mucho. La verdad es que siento que maduré, pero ahora, que volví a estar en la piel de Luna, me di cuenta que somos una misma, que crecimos de la misma forma, somos iguales. Eso es muy bonito, cuando encontrás una afinidad tan especial con tu personaje. Me reencontré con compañeros, con técnicos y con el director Martín Saban, que me vio crecer. Es un reto en todo sentido porque hoy, desde un lugar más de mujer, puedo ver al personaje un poco más enfocada, pero muy dentro de mí sigue mi niña interior muy presente.

-¿Te imaginabas que podía haber un reencuentro?

-No, nadie se lo esperaba. Cuando nos dijeron que sí íbamos a hacerla fue una sorpresa enorme para todos. Era como: "¿Es en serio?", "¿No lo están grabando tipo una broma?". Hace poquito estaba hablando con Rugge (Ruggero Pasquarelli​) y le decía que somos muy afortunados de que regrese un proyecto tan especial para el público. Pero más allá de eso... tan especial para nosotros. Volver al set, a patinar, a hacer los trucos, a decir los textos, a recordar cosas que pasaron... fue un flash, pero también un recuerdo muy bonito.

Karol Sevilla disfruta de su actualidad, súper enamorada y de vuelta en Soy Luna.

-¿Extrañaste patinar en todos estos años?

-Sí. Sólo lo hice en uno de mis shows, pero no a la magnitud de ahora. Volver fue muy difícil: en el guión decía "Luna es experta y las sabe todas... Está súper chida", y yo pensaba: "¡Pero yo no! ¿Cómo lo voy a hacer?". Me caí un montón de veces, pero eso es lo divertido. Creo que aprendí a amar el piso. Con Juanpi, el coach, formamos un gran equipo, él te entiende, te explica. Hoy siento que los patines y yo somos uno.

-¿Hubo bloopers en la grabación?

-Hubo bastante blooper. Sobre todo porque me di cuenta de que yo mezclo palabras, soy medio disléxica, y a veces había palabras que no me salían o me salían mal. Entonces era muy complicado. Además, con Ruge y Michael era imposible grabar porque no paraban de reírse y hacerme reír en todas las escenas. Creo que por primera vez nos divertimos mucho haciendo cada capítulo.

Karol Sevilla y su relación con la Argentina

Si bien Karol nunca alejó su corazón de Argentina, no visitaba al país desde hace tiempo. Lo primero que hizo fue comer carne y recorrer lugares especiales, entre ellos, el colegio donde terminó sus estudios.

La vida de Karol está ligada a la de Argentina. La actriz para convertirse en Luna tuvo que viajar de México a Buenos Aires sin escalas e instalarse en un país que no era el suyo. Pero antes hizo una promesa: tenía que terminar sus estudios.

En 2015 cuando fue elegida para el papel, tenía 15 años y le faltaba poco para terminar la escuela. Sus padres fueron muy claros y ella cumplió. Ese recuerdo lo trae vívido al hablar de su tiempo en el país: una de las primeras cosas que hizo al llegar fue pararse frente al colegio donde terminó de estudiar. También comer asado, tomar mate y encontrarse con sus compañeros de ese elenco internacional que conformaron. Ellos durante años fueron como sus hermanos.

Y más allá de que los haters muchas veces señalen que hubo cortocircuitos entre ellos, Karol se encarga de aclarar que tiene una buena relación con todos y que si bien no son amigos, son como una familia de la que nunca se alejó del todo.

-¿Cómo fue reencontrarte con tus compañeros?

-Muy emocionante. Obviamente en estos años nos distanciamos porque cada uno siguió su camino. Yo volví a México. Con Michael Ronda (Simón) nos veíamos y en algunos eventos nos encontrábamos con Ruggero Pasquarelli​ (Mateo) también. Y meses antes había hablado con Caro Kopelioff (Nina) de que teníamos que vernos. Pero nunca pensamos que íbamos a volver a estar juntos en un set. Fue como reencontrarse con hermanos. Fue muy bonito, tuvimos la oportunidad de hablar en un asado y recordar los bellos momentos que pasamos pero también lo que crecimos. La verdad es que me siento muy feliz de hoy poder regresar más grande a compartir otra etapa con ellos que siguen siendo fundamentales en mi vida.

Divertida, Karol juega con el vestuario que habitó en los últimos meses. "Aprendí a cuidarme y a apoyarme en mi familia", dice.

-¿Qué sentiste al pisar de vuelta Argentina?

-Fue fuerte y muy lindo, como volver a mi segunda casa. Me reencontré con gente que quiero mucho y que significó mucho en mi vida. Argentina es un lugar muy especial para mí porque crecí aquí y aprendí de las mejores cosas y pasé una de las etapas más fuertes y bonitas que puedo recordar... Hice un recorrido nostálgico: fui a mi colegio, a Caminito, a lugares que me marcaron cuando vivía acá. Me encontré con la Karol de 15 años que estudiaba y soñaba.

-¿Qué es lo que más te gusta?

-La ciudad, la comida (aunque le pondría picante), la carne, el mate, la gente. Tengo una afinidad especial con Argentina en muchos sentidos.

-¿Recordás algo de tu infancia en Buenos Aires?

-Sí. Volví a pararme frente al colegio donde rendí exámenes, porque ahí pasé muchas cosas. Sabía que había un sueño de por medio, una promesa que le hice a mis papás. Me hizo feliz reencontrarme con esa Karol de 15 años que le había prometido a sus papás seguir estudiando. Fue un viaje muy emotivo.

Entre risas, Karol confiesa que volver a patinar fue todo un desafío.

-¿Qué pasa con esa Karol?

-Siento que está muy presente esa Karol y hablo de ella porque significó mucho en mi vida pero también está muy presente en muchas cosas. De comer el alfajor que me encantaba de chica a intentar a hacer la chocotorta que no me sale... Lo intenté y fue horrible. Seguiré intentando... No sé por qué no me salió. Argentina se robó la mitad de mi corazón.

-Tenés muchos fans acá...

-Impresionante, vinieron con lluvia y todo a saludar. Todos los días nos esperaban en la puerta. Hubo set visit y había muchos niños chicos y grandes que lloraban y eso genera Soy Luna.

-Tu abuela fue clave para que hicieras el casting. ¿Qué pensás hoy, diez años después?

-Creo que si pudiera contarle todo, no se lo creería. Ella no llegó a verme en la serie, pero siempre está presente. Le dedico todo lo que hago. En una escena con el abuelo de Luna, Alfredo, lloré mucho porque recordé a mi abuelita. Ella lo ve en sus sueños y yo, Karol, siempre tengo a mi abuelita presente en mis sueños. Ese día en la escena no podía parar de llorar... estaba más Karol que Luna... Luna y Karol se conectan en esas emociones.

-A veces es difícil separarse del personaje...

Crecimos juntas: de alguna manera Luna es Karol con esa chispa, esa alegría, esa pila... Hoy, ya más grande, me cansé, como que esa pila ya no la tenía. A las siete de la tarde se acababa. Luna es un personaje que amo y que le debo un montón de cosas.

Karol y su fobia social: "No puedo estar en eventos en los que haya mucha gente"

"Luna y yo somos la misma persona", dice Karol Sevilla al reencontrarse con el personaje que compuso hace 10 años.

Más allá de sus chistes y su simplicidad, la vida de Karol no fue la misma desde que se convirtió en Luna. Como suele pasar en este tipo de programas masivos, las cosas cambian para los protagonistas. Miles de fans quieren acercarse, las cámaras los siguen hasta donde van y sus relaciones amorosas se convierten en titulares.

Muchas estrellas de Disney, como Miley Cyrus, Selena Gómez e incluso Tini, han hablado abiertamente de la salud mental y los problemas que han sufrido a nivel personal por la exposición. Karol no es la excepción: sufre de ansiedad social e incluso, según cuenta su madre en los pasillos de los estudios, tiene que mentir sobre los días en que viaja porque tiene una seguidora que le aparece en los aeropuertos de cualquier lugar del mundo y la acosa.

Pero Karol no habla de eso, sino que agradece a los fans de Soy Luna, quienes son los responsables, en gran parte, de que la historia tenga otro capítulo más.

-¿Cómo manejaste la fama de tan chica?

-Luna marcó una cosa de mucho furor. Era muy chiquita para entender lo que iba a pasar con la fama, de estar aquí, de que tu cara esté por todos lados. Hoy me doy cuenta de que pasó muy rápido y de que no siempre lo disfruté. Tengo ansiedad social. No puedo estar en grupos grandes, en fiestas y esas cosas. Y es algo que es importante trabajarlo. Es una carrera muy difícil, tenemos que actuar de una personalidad que no existe y sumar problemas que no existen a tu vida. Es un poco loco. Pero la verdad es que amo lo que hago y eso es lo que me mantiene al pie del cañón. Siempre con el apoyo de mi familia que está presente, de mi hermano, los pocos amigos que tengo. Eso es lo más bonito que me mantengo de pie en todo sentido gracias a ellos.

De novia con un futbolista, Karol se ríe de las similitudes que tiene con Tini Sotessel.

-¿Cómo influyó tu mamá en este camino?

-Es mi partner para todo. Si no está ella, no estoy yo (risas). Hasta en México somos así, somos muéganos. Es mi mejor amiga, mi cómplice, la que me acompaña en todo. Soy muy afortunada de tenerla siempre cerca. Mi hermano no pudo venir, pero si pudiera estaría aquí cerca, mi mejor amiga vino un tiempo a estar conmigo. Amo que mi familia esté presente.

-Decías que tenés ansiedad social, ¿alguna vez te acosaron?

-Te pasa de todo. No te puedo decir que no. Pero a mí me ha tocado tener fans que son muy respetuosos conmigo. También uno se pone en el zapato del fan y sabe que tener a tu ídolo en frente es súper emocionante. A mí me pasó de tener en frente a mi ídola y llorar y agradecerle. Ahí entendí lo que se siente, el amor que tienen. Uno a veces juzga de más porque no sabe qué representó para esa persona. Tal vez la ayudaste a salir de un problema, la sacaste del encierro, le diste mucha felicidad en un momento triste. Me ha pasado que muchos se han acercado a agradecerme por haber sido parte de sus vidas y por ayudarlos a tomar decisiones importantes gracias a mi personaje. Más allá de lo malo que te pueda pasar, ese es un regalo muy grande.

-¿Cómo fue ese contacto con los fans al volver a grabar?

-Increíble. El primer día una chica se bloqueó al verme en la universidad de Derecho y me agradeció porque gracias a mí estaba ahí. Eso te hace valorar lo que representás en la vida de otros.

-¿Quién es esa ídola a la que conociste?

-Yuri. De chica rayé su disco de tanto escucharlo. Por ella empecé a cantar, cantaba la de "Maldita primavera" y esas cosas, bien dramática desde chiquita. Después trabajé con ella y faneamos de los dos lados porque fue su hija y era fan de Soy Luna y yo era fan de ella y hoy somos amigas. Pero sí sigo sintiendo nervios cada vez que la veo.

-¿Y con Tini?

-No la conocí al 100 por ciento pero me parece una mujer muy talentosa, que tiene magia y todo lo que canta, toca y pisa lo hace mágico. Es una mujer muy fuerte, que ha tenido mucho hate sin sentido, es un ser maravilloso y de luz. No la conozco pero por lo que ella se muestra en redes y lo que es, la admiro muchísimo... Al ser familia, porque al final venimos de la misma empresa, la admiro mucho. Me encantaría conocerla. Es bonito ver a tus colegas triunfar y haciendo lo que más aman y que siempre a pesar de cada momento oscuro siempre hay un momento de luz y creo que hoy está en su prime Tini y se merece lo mejor.

-¿Cómo te llevás con el hate en redes?

-Hoy bien. Me llevo maravilloso porque me río de mí misma, lo tomo con humor. Recibo el hate como una muestra de cosas que no son reales. Hubo momentos en que me pegó y me dolió, tuve muchos problemas en mi vida, sobre todo cuando se burlaban de mi peso. Aprendí a aceptar y a amar mis defectos. Creo que eso es lo más importante, cuando uno se juzga y se critica es muy fácil que los demás los hagan. Pero cuando sabes perfectamente cuáles son tus defectos no hay forma de que puedan herirte. Me llevo muy bien, hasta yo misma digo: "Échenme hate". Siento que las redes sociales no son los que sos. Lo que uno muestra en redes sociales no sos vos, solo vos y la gente que te rodea sabe quién sos.

"De estatura sigo siendo igual", dice Karol al hablar de qué pasó en su vida en los últimos años.

-Contaste que hoy estás de novia. ¿Cómo vivís esta relación?

-Sí, hace diez meses estoy en pareja con un futbolista mexicano. No sabía nada de fútbol, estoy aprendiendo. Aprendí también que dos personas pueden triunfar en el mismo momento, admirarse, quererse, amarse. Y eso es lo más lindo, nos respetamos cada quien en su carrera, nos apoyamos. Está bueno aprender desde el lado de crecer juntos.

-Estás como Tini, con un futbolista...

-Sí, viste, nos conectamos.

-¿Cómo fue la historia de amor?

-Nos conocimos en un evento. Al principio me cayó mal porque era fresa y le hice caras. Pero después hicimos clic porque somos muy parecidos, tiene chistes muy parecidos a los míos. Es un ángel que llegó a mi vida, me cayó del cielo. Me vino a dar mucha felicidad, me enseñó a respirar, porque no sabía respirar, también a disfrutar. Estoy muy feliz, todo fluye maravilloso, tanto con lo que estoy logrando en mi carrera como con mi vida personal. Me siento en un momento de plenitud y serenidad.

-¿Nunca te quisiste despegar de Soy Luna?

-Me pasó de querer despegarme, no voy a negarlo. Y por eso regresé porque no quería que me siguiera pasando. Creo que el perdonar, amar y querer es lo más importante. Por eso hoy, creo que pasé muchas cosas, crecí con ella, no puedo no quererla. Es el personaje de mi vida y soy muy agradecida y gracias a ella soy quien soy hoy, entonces la verdad si me dicen el día de mañana de hacerlo, lo hago sin duda porque es un personaje que quiero y está presente en mi piel al 100%.

La cuarta temporada de Soy Luna se va a estrenar en 2026, 8 años después del supuesto final de la serie.

-¿Qué te pasa cuando te ves en las primeras temporadas?

-Me da mucha felicidad porque sé que esa niña que está en el primer capítulo está con un sueño. Estoy en Disney, en donde todo el mundo quiere estar, haciendo lo que todo el mundo quiere hacer. Pero también veo una niña con mucha nobleza, con un sueño en camino que no sabe lo que va a pasar. Yo no había visto la serie y tuve que ver algunos capítulos para recordar, me di cuenta de que sigo siendo ella y de que quería regresarla. No quería hacerla más adulta, ni más grande. Quería traer a la niña interior que tiene presente Luna. La verdad es que no me costó trabajo porque sigo siendo igualita a ella, no hay nada que haya cambiado.

-¿Qué podés adelantar de la nueva temporada?

-Son 12 capítulos. Pasaron solo tres años en la historia. Luna arranca en un momento muy oscuro, le pasa algo que le marca la vida y la hace volver al Jam & Roller, donde va a pasar de todo. La trama retoma a cómo terminó: ella se enteró de que es la heredera Benson y la pregunta es qué va a pasar con la fortuna. Hay nuevos personajes que traen nuevas chispas. En el amor, Simón y Mateo siguen presentes, entre la amistad y el cariño van a pasar muchas cosas entre ellos. el triángulo amoroso de Lunita. Y mucho patín, trucos increíbles y sorpresas.

-¿Qué pasó con Valentina Zenere y los otros que no volvieron?

-Valen va a estar presente en muchas escenas, en textos. Algunos del elenco original, como Ana, Chiara, Jorge López no están, pero sus personajes siguen en la trama. No están físicamente, pero sí recuerdos y fotos dentro del Jam & Roller, que ahora es casi un museo. Siempre están presentes porque son parte del núcleo de Soy Luna.

-¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando llegues a México?

-Comer tacos, 100 por ciento (risas). Nada se compara con los de allá. Siempre les digo a los argentinos que prueben los tacos de México y van a ver que no tienen nada que ver con los de acá. No tienen el mismo sazón.

-¿Cuánto estuviste acá?

-Estuve cinco meses, porque llegué dos meses antes para hacer talleres y entrenamientos. No me tenían mucha fe patinando pero los impresioné bastante porque sí patiné. El primer día no, pero el segundo sí empecé a hacer trucos. Así que fueron cinco meses y ahora seguimos en México, donde la historia empieza y termina. Ojalá siga otra temporada, eso depende del público.

Fotos: Candela Petech.

Video: Martina Cretella.

Ropa: Natalia Antolín.

Maquillaje Sonia Ojeda Martínez.

Peinado: Alan Couto.

Agradecimiento especial a Sol Montiel Moreno, de Disney.



 
 

Más Revista Gente

Vínculo copiado al portapapeles.

3/9

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

Ant Sig