Santi Talledo, de su dura infancia puertas adentro a cómo transita sus recaídas de salud mental en medio de un presente increíble: "Logré amigarme con mis fantasmas" – GENTE Online
 

Santi Talledo, de su dura infancia puertas adentro a cómo transita sus recaídas de salud mental en medio de un presente increíble: "Logré amigarme con mis fantasmas"

Fue parte del éxito de Patito Feo y hoy es una de las caras fuertes del streaming. Pero no todo siempre fue color de rosas y así lo cuenta en una profunda entrevista con GENTE, donde repasa su carrera.
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Tras ser parte del elenco de adolescentes que conquistó al público con Patito Feo, Santi Talledo se convirtió en un artista multifacético y una de las figuras estelares del streaming en Argentina. Y, en ese camino, supo convertir sus batallas personales en herramientas de transformación. Así lo reconoce, en diálogo con GENTE; con orgullo y total honestidad.

Actualmente, brilla como uno de los integrantes de Nadie dice nada (Luzu TV). También lleva adelante el programa de streaming de reacción a La Voz Argentina (Telefe) junto a su gran amiga, Momi Giardina, y la periodista Sofi Martinez. En paralelo, con su proyecto Cero Miligramos -en libro, podcast y su próxima serie en proceso- es de las figuras que visibiliza con fuerza el tema de la salud mental, aprovechando la gran exposición que tiene y dándole voz a tantos que la necesitan, basado en su propia lucha.

Con la misma simpatía que aparece en pantalla a diario, Talledo llega al estudio de GENTE dispuesto a divertirse en una producción de fotos con un concepto fiel a su personalidad: enérgico, descontracturado y camaleónico. El artista hace un espacio en su acelerada rutina y protagoniza una jornada que fluirá con total naturalidad, y cerrará con una charla a corazón abierto, donde pasará por todas las emociones.

Santi Talledo protagoniza la tapa de esta semana en GENTE y cuenta a corazón abierto su historia de vida y repasa su exitosa carrera.

"Estoy viviendo un lindo momento a nivel profesional y personal también. Siento que fue un año de muchos cambios y cosas nuevas, que me permitió crecer en todo sentido. Fue un lindo año", expresa entusiasmado.

Fue entonces que se refiere a la especial química que tiene con sus compañeros de NDN, que lo hace ir a trabajar más feliz todas las mañanas: "El grupo nuestro es algo muy lindo a nivel 360, somos todos un grupo muy unido, desde los que estamos en la mesa hasta los chicos de producción. Todo el equipo. Disfrutamos mucho y eso es un privilegio enorme. Somos muy amigos, nos queremos mucho y para nosotros es un planazo todas las mañanas llegar, desayunar juntos, cagarnos de risa, hablar de todo, de la vida, contarnos algún chisme, y luego saber que más allá de hacer el programa surgen planes juntos, como irnos de viaje para las giras".

La "fórmula" de éxito de Santi Talledo

Santi confiesa que la devolución del público que lo acompaña desde que arrancó su carrera, es de las cosas que más agradece. "El cariño de la gente es hermoso, lo que más me gusta desde que trabajo es ese contacto con la gente, el ida y vuelta, el conectar con ellos que siempre están ahí. Pasa mucho en el programa cuando hay tribuna, cuando hacemos teatros, cuando doy alguna charla o voy a algún lugar a hacer ese tipo de eventos con gente, para mí es lo más hermoso, es lo que más me gusta de esto. Hay una comunidad muy increíble, muy sólida, muy presente y es increíble", reconoce.

-Hace poco decías que para vos el éxito es disfrutar de lo que hacés, ¿cuál es tu límite a la hora de trabajar?

-Algo que le pasa a uno cuando llega eso de querer aprovechar el momento, es que a veces por inseguridad piensa: "Mirá si esto se termina dentro de poco. Aprovechá todo lo que te proponen ahora". Y creo que no es la fórmula correcta. Yo entré en esa y terminé colapsado, porque aparte tengo mis cuestiones de salud mental, de ansiedad, depresión, todas esas cosas... entonces este año tuve un par de recaídas en las que tuve que frenar un poco.

Actualmente, Santi Talledo está a diario en Nadie Dice Nada (Luzu TV) junto a Nico Occhiato, Momi Giardina, Martín Garabal, Flor Jazmín Peña y Ángela Torres. También lleva adelante el React de La Voz Argentina (Telefe) con Momi y Sofi Martínez.

-¿Te cuesta frenar o aprendiste a escuchar tu cuerpo cuando te dice "basta"?

-A ver... es mucho todo y aparte, es mejor estar bien para poder hacer lo que esté haciendo al 100 por ciento. Si no terminás colapsado y no se puede hacer nada bien de esa manera. No sólo se trata de ir agregándose cosas y sumarse compromisos por no poder o no saber rechazar propuestas en un buen momento de la carrera. Creo que es un error porque, como digo siempre, para mí el éxito es la tranquilidad mental de uno. Mi éxito es la tranquilidad mental. Si uno no está disfrutando a pleno lo que está haciendo, más allá de que está haciendo lo mejor, para mí no existe el éxito en esa fórmula.

La decisión más difícil y una recaída que lo fortaleció: "Me costó"

Su presencia en la pantalla va mucho más allá del entretenimiento. Santi se ha convertido en un referente clave en la conversación sobre salud mental en Argentina. Desde muy joven le tocó lidiar con cuadros de ansiedad, depresión, fobias, ataques de pánico y trastornos alimenticios. Y aunque en su infancia le costó mucho entenderlo, de adulto y tras la gran exposición que consiguió, decidió hablarlo para ayudar a otros y a su vez, sanar todo lo que atravesó.

En entrevistas, sus redes sociales y su podcast Cero Miligramos, comparte sus vivencias, recaídas y procesos terapéuticos. También trabaja en una serie basada en su propio diario íntimo y publicó un libro en el que narra con detalle el detrás de cámaras de su lucha emocional. “Contarlo es reparador y puede salvar a alguien”, afirma.

Cero Miligramos es el proyecto que más orgullo le da. Está escrito a partir del diario en el que de chico se desahogaba de todo el proceso que le tocó atravesar desde que experimentó por primera vez un ataque de pánico.

Recientemente pasó una fuerte recaída, pero que vino acompañada de una importante decisión: está bajando su medicación. La misma que toma desde los 10 años, lo que representa la mayoría de su vida teniendo en cuenta que hoy tiene 36. "Me costó mucho, porque es un sostén para mí desde que tengo memoria. Siempre me mantuvo con una estabilidad, y animarme a sacarme ese bastón y tratar de controlarme un poco más, domar un poco a mi cabeza que siempre fue lo más difícil que me pasó, no es tan sencillo", confiesa.

-¿Qué es lo más complicado de "domar" tu cabeza?

-Tengo una mente que va para todos lados, que tiene su parte positiva, porque tiene una cosa creativa muy grande, pero también se va para lugares que de golpe se descontrola todo. Siento que pasé una tormenta muy grande estas últimas semanas y ahora ya estoy mucho más tranquilo. Estoy contento de que pude también atravesar todo esto sin tener que volver a tomar medicación. Creo que es la primera vez en mi vida que estoy aprendiendo a vivir sin medicación.

-Claro, es un logro importante.

-Sí, sí. Siempre tomé medicación. Todavía sigo tomando pero hay una parte grande de la medicación que fui dejando. Igual el día de mañana, si llego a tener una recaída y tengo que volver a tomarla, no es un problema para mí. Es algo que tomo desde tan chico, que quería dejarla porque obviamente como todo a largo plazo puede tener contraindicaciones, pero estoy en un momento en el que siento que tengo las herramientas para poder dejarla. Me animé aunque costó, costó mucho, pero hoy me siento más entero. Siento que pasé lo peor y que ahora estoy haciendo equilibrio de vuelta y estamos más firmes.

Su análisis de este año es positivo: reconoce que ha sido uno de los mejores, incluyendo los momentos personales "no tan lindos", que pudo transformar y tomar a favor.

-De hecho, en un posteo reciente contaste: "Me siento en uno de los momentos más felices de mi vida, y aún así tuve una recaída...".

-Total. Y a ver, este año a nivel laboral para mí ha sido increíble, creo que de los mejores y, sin embargo, tuve dos recaídas muy grandes. Ahí te das cuenta que lo importante en realidad es estar bien uno, entero, y que la salud mental es lo primordial para todos. Se inhabilita todo lo otro. Podés tener el mejor trabajo, podés llegar a lograr lo que siempre soñaste, pero hay también una cuestión de que si uno no está entero mentalmente para poder vivirlo y disfrutarlo, se cae todo. Entonces, sí, me gusta mucho también visibilizarlo porque también llegué a donde llegué porque tuve una contención muy grande a nivel psicológico, a nivel psiquiátrico. Tomé la medicación que tomé toda la vida, sumado a la gente que estuvo alrededor y los profesionales que me acompañaron a poder hacer lo que hoy estoy haciendo. Y a poder hoy animarme a dejar esa medicación.

Bullying y ataques de pánico: cómo Santi logró superar los momentos más oscuros de su infancia

La historia de Santi Talledo no comenzó en un estudio de grabación, tal como lo vemos ahora. Fue encerrado en su hogar, cuando su infancia se convirtió en una etapa silenciosa, tormentosa, atravesada por el dolor y el miedo.

El actor recuerda que el primer ataque de pánico llegó sin aviso y su primera sensación fue sentir que no podía respirar y que perdía el control de su cuerpo. Tenía apenas diez años y ni él ni nadie se su entorno entendía lo que le pasaba. Comenzó a tomar medicación psiquiátrica, convivía con algo que todavía no tenía nombre, y en el colegio todo se complicaba más: sufría bullying, aislamiento, sumado a la idea de no pertenecer a ningún lado.

En marzo de este año, el artista contó en sus redes sociales que tuvo una fuerte recaída. Se apoyó en su círculo más cercano y reflexionó al respecto, dejando claro que se puede estar en el mejor momento de la vida, y aún así, no estar en sintonía mentalmente.

-¿Cómo fue el rol de tus padres en esos primeros años con ansiedad?

-La verdad es un privilegio y una suerte tener los padres que yo tuve, que entendieron desde muy chico lo que me pasaba y supieron como salvarme en cierto punto, llevándome a los profesionales que ellos sabían que me podían ayudar. En una época que no se sabía nada del tema además. De hecho, cuando empecé a hacer terapia era pensar "¿Qué me está pasando?". Sentía que me ahogaba todo el tiempo y ese momento, la primera opción era ver diferentes médicos y hacerme estudios, pero no de la salud mental. No pensaban que podía ser un ataque de pánico o ansiedad. De hecho, había tan poca información al respecto que era la única persona de mi entorno que estaba atravesando algo así.

-Me imagino que a tus padres les tocó investigar, asesorarse, buscar respuestas...

-Sí, yo estuve en ese lugar de chico, de decir: "Hasta acá llego, no puedo más con esto. No puedo, no quiero", pero tuve la suerte de que mis viejos estuvieron siempre al pie del cañón y todos los días era ir a un profesional distinto de la salud mental para ver cuál me hacía mejor, qué medicación me hacía mejor. Siento que hoy en día también estoy donde estoy por el soporte que tuve. Mis amigos y toda la gente de mi entorno, mi psicóloga, mi psiquiatra, me han ayudado a estar donde estoy hoy. Insisto, tengo el privilegio de poder acceder también a profesionales de la salud mental, tener una obra social, que muchos no pueden.

-Eso es muy importante.

-Y tengo familiares que son psiquiatras y ven la realidad también de los hospitales públicos, a nivel psiquiatría, lo que sucede también con chicos muy chicos, que los padres no pueden pagar las medicaciones que tienen que tomar, entonces es o pagar las medicaciones o comer. Creo que necesitamos también una ley de salud mental que pueda apoyar mucho más a toda esta gente.

- Siendo tan chico, ¿a los 10 años qué pasaba con tu cabeza? ¿Cómo definías lo que te estaba pasando sin aún conocer el título de "ansiedad"?

-Me sentía totalmente incomprendido, era un niño que estaba excluido de la sociedad a nivel de que casi no iba al colegio. Estaba todo el tiempo encerrado en mi cuarto. El exterior para mí era una especie de ataque, o me sentía en peligro. Siempre salía de mi casa y me agarraba un ataque de pánico, sentía que me moría y había días que tenía dos o tres ataques de pánico por día. Todo era una amenaza para mi cabeza, y sumado a que me hacían bullying en el colegio.

Desde los 10 años Santi ha estado medicado, por lo que celebra haberse animado a bajar su dosis por primera vez en su vida. Confiesa que es un desafío con altas y bajas, en el que lo acompañan sus seres queridos y especialistas.

-¿Por qué te hacían bullying?

-Tenía una revolución a nivel sexual, no me atrevía a aceptar lo que era y ni siquiera hablarlo. Sólo estaba en mi mente. Me jodían en el colegio por eso, y yo todavía no estaba preparado para asumirlo. Entonces, se me juntaron un montón de cosas que callaba. Callé por mucho tiempo y siento que eso fue lo que se terminó acumulando en la garganta, fue lo que me hacía sentir que me ahogaba y a su vez, tener la sensación de no poder comer y no poder respirar. De hecho tuve anorexia nerviosa.

-¿Cómo fue atravesar ese diagnóstico?

-Muy duro. Sentía que me atoraba con la comida, no podía comer nada sólido. Me licuaban toda la comida, comía suplementos de forma líquida, y así estuve muchos años. De hecho, bajé muchísimo de peso. Llegué a pesar 36 kilos y era muy desesperante para mí en esa época. También era esto que digo, de no tener la suficiente información y también ver que nadie de mi edad estaba atravesando lo mismo, para tener un parámetro al menos. Eso era muy angustiante, porque hoy en día estamos en una era donde las redes sociales alimentan mucho la ansiedad, la depresión y toda esta vorágine que hace que nos comparemos con otras personas o que todo sea muy efímero, pero por otro lado, siento que muchas personas las pueden usar como una ventana para poder expresar lo que les pasa y también sentirse acompañados. Es una especie de red de contención de gente que está en la misma lucha.

La verdad de su abrupta salida de "Patito Feo"

Su gran salto a la fama llegó con Patito Feo, la exitosa tira juvenil de Pol-ka que marcó a una generación en 2007. Allí interpretó a Guido Lassen, uno de los alumnos más carismáticos del colegio Pretty Land School of Arts. Su personaje, vinculado al grupo de las Divinas de Antonella, se convirtió rápidamente en un referente del universo adolescente de la novela: galán atractivo, envuelto en enredos amorosos y pieza clave en la rivalidad entre los bandos del colegio.

El papel de Guido no sólo lo posicionó como un rostro popular en la televisión argentina, sino que también le dio proyección internacional, ya que la ficción fue un fenómeno en distintos países de Latinoamérica y Europa. A partir de ese éxito, Talledo comenzó a construir una carrera diversa que lo llevó al teatro, el cine independiente y, más recientemente, a proyectos más personales.

Santi interpretó a "Guido" en Patito Feo, el proyecto con el que ganó gran popularidad, pero que lamentablemente no tuvo el mejor cierre de ciclo. Sus primeros "cara a cara" con la ansiedad le impidieron continuar disfrutando del proyecto y tuvo que abandonar, lo que le dejó un sabor amargo.

-Hoy, con la fama que tenés, ¿te afecta esta constante exposición?

-En las redes se maneja mucho esto de viralizarse, pegarla por algo que hiciste, pero así como un día estás arriba, un día estás hacia abajo. Y empiezan las preguntas: "¿cómo mantengo eso?". Te frustra la comparación con otras personas y eso es fuertísimo. Es un mal de la época. Hay una pandemia a nivel salud mental que es enorme. Pero mi problema va mucho más por un lado propio y no tanto por la percepción de los demás hacia mí. Es una lucha con mis propios fantasmas que tengo desde muy chico, pero que hoy en día ya me he ido amigando con ellos. Cada tanto les agarra la loca y me dan un par de cachetazos y termino medio orbitando (risas). Pero creo que mi conflicto siempre fue más conmigo mismo. Obvio que de chico sí tenía este problema de que quería ocultar lo que me pasaba. Y yo cuando empecé a trabajar en la tele estaba muy medicado y no quería que nadie se entere.

-¿Por qué?

-Me medicaba a escondidas, porque sentía que si lo contaba me iban a echar. De hecho un poco pasó, cuando tenía tantos ataques de pánico y hacíamos teatro con Patito Feo y no pude hacer la gira. Y como te decía, no había mucha información o mucha empatía con respecto a ese tema. Es por eso también que cuando tuve el lugar que tuve en los medios, quise cambiar un poco eso, que la gente empiece a escuchar a personas conocidas hablar de que también pueden atravesar un problema de salud mental. Me gusta compartir todo lo que tuve que hacer desde muy chico para mejorar y para hoy en día estar teniendo estas oportunidades.

Desde Patito Feo la carrera de Santi no ha parado. Es uno de los artistas más versátiles de la actualidad y según contó tiene varios pendientes en su carrera, como hacer un musical.

-¿Te frustró en algún momento no haber podido cumplir por ejemplo con esa gira de un Patito Feo?

-Me frustró mucho, pero también me agradecí mucho a mí el haberme escuchado, porque creo que otra persona con la presión que tenía en ese momento por todo el contexto, la hubiese hecho igual. Tal vez lo hubiese hecho sólo por el riesgo de no seguir en el programa, que aparte era una de las novelas más exitosas de ese momento, pero yo sabía internamente que no podía hacer esa gira y que si la hacía iba a terminar mal. Dije: "Este es mi límite", y siendo tan chico me sorprendió que me haya escuchado de esa forma y priorizado así. Siempre me lo agradezco a mí.

-¿En algún momento existió ese bajón emocional por dejar ese proyecto?

-Por supuesto. Cuando todos estaban de gira y yo estaba en mi casa, estaba muy deprimido, porque la frustración era enorme. Me había costado un montón llegar a donde había llegado y no poder estar disfrutando de los estadios que hacíamos en toda Latinoamérica, para mí era horrible. Quería estar con mis compañeros y mis amigos del programa viviendo toda esa locura que nos estaba pasando, y no lo pude vivir. Así que fue muy angustiante, pero creo que me preservé mucho a mí y creo que eso fue lo más importante.

-¿Qué sentís al pensar en ese niño de 10 años del que hablábamos hace un rato, que tuvo una infancia a puertas adentro, y ver todo lo que has logrado y lo que has superado?

-Siento mucha admiración por mi "yo" de 10 años, le agradezco mucho sobre todo el resistir. Creo que es lo que más me agradezco a mí cuando era chico. Esa cosa de mantenerse en pie cuando realmente sentís que tenés todas para perder, siento que es lo más lindo que tuve. Siempre fui un soñador, desde muy chico, y creo que es algo que nunca lo perdí más allá de sentir que no podía más.

El actor y conductor expresó su orgullo por todo lo que ha logrado pese a haberse perdido muchos momentos valiosos de su infancia y adolescencia. Pero asegura que aprendió a amigarse con "sus fantasmas".

-Pese a todo lo difícil que atravesaste, ¿qué te hacía seguir soñando?

-Siempre había algo que me decía: "Bueno, esto va a pasar y vas a poder hacer lo que siempre quisiste". El arte estuvo presente en mí de una manera hermosa desde chico, soñada mucho con poder vivir de esto. Por ejemplo, practicaba mi autógrafo (risas). Me gustaba mucho esto de vivir la experiencia de cantar para la gente, el sacarle una sonrisa a la gente. Ese combo lo tenía de muy chico y obviamente hubo un momento muy oscuro en mi vida en el que pensé que no iba a poder lograrlo, pero creo que la resistencia es lo que más me agradezco a mí mismo porque sí, pasamos lo peor, y siempre creo que más allá de las grandes recaídas me seguí levantando.

Fotos: Chris Beliera. Dirección creativa y diseño de tapa: Silvana Solano. Videos: Candela Casares y Bárbara Bustos.



 
 

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