Durante su visita oficial a Nueva York junto a su madre Máxima Zorreguieta, la princesa Amalia sorprendió con un look que marca un giro fashionista en su guardarropa. La heredera al trono de los Países Bajos dejó de lado los conjuntos formales de corte clásico y apostó por un estilismo más audaz: vestido corto con botas altas, un dúo que podría remitirnos, en clave royal, a la icónica imagen de Pretty Woman, pero trasladada a la sofisticación neoyorquina.
Con su cabello suelto, maquillaje natural y actitud relajada, la hija mayor del rey Guillermo Alejandro se mostró cómoda y segura, proyectando la imagen de una joven princesa que observe de cerca el trabajo de su madre mientras va trazando su propio estilo. Un gesto que combina modernidad y tradición, ideal para la etapa de aprendizaje público que atraviesa en sus funciones reales.
Las claves del look de Amalia en Nueva York
La princesa Amalia, sin pretenderlo, acaparó todos los focos en la reunión en el Hotel Plaza a la que asistió junto a su madre y en la que también estaban Bill Gates y Michael Bloomberg. Es que si hasta el momento había sido fiel a los trajes sastre, en esta ocasión sorprendió con un cambio de estilo en el que optó por mostrar sus piernas y marcar estilo con su 1,80 metros de altura.
Así, la hija de Máxima Zorreguieta lució un vestido de la firma Sandro que, según asegura la prensa especializada, le tomó prestado a su hermana pequeña, la princesa Ariane. Un modelo en color azul navy, que destaca por su silueta acampanada, con el cuerpo entallado y con cierre de botones dorados, las mangas ligeramente fluidas y la falda con vuelo y corta, por encima de la rodilla.

Las botas largas vuelven esta temporada como protagonistas de looks de transición, tanto en clave urbana como en propuestas más formales. En ese sentido, vemos como la princesa Amalia combinó su mini vestido con unas botas de caña alta y tacón ancho en color marrón de Gianvito Rossi. El contraste con el azul del vestido potencia el resultado y suma un toque “equestrian chic” que recuerda a la estética de las grandes capitales europeas.
Para completar su estilismo, la joven royal, próxima a cumplir 22 años, estrenó un bolso a juego con sus botas, de la firma DeMellier. La combinación refuerza el aire clásico-lujoso y demuestra que la heredera sabe sumar piezas icónicas sin caer en excesos.



