A los 21 años, Apple Martin no solo empieza a construir su propio camino en la escena pública, sino que también demuestra que el estilo —cuando es genuino— trasciende generaciones. En su más reciente aparición en la alfombra roja, la hija de Gwyneth Paltrow y Chris Martin captó todas las miradas con un gesto tan simple como poderoso: rescató del armario de su madre un vestido negro minimalista que data de 1996 y lo volvió absolutamente vigente.
En el marco de la premiere de Marty Supreme, la nueva película protagonizada por Gwyneth Paltrow junto a Timothée Chalamet. Allí, Apple acompañó a su madre y a su hermano Moses, y lo hizo enfundada en un diseño negro de tirantes finos, silueta limpia y líneas puras, firmado por Calvin Klein y estilizado originalmente por Elizabeth Saltzman para el estreno de Emma en los años 90.
El vestido —de largo midi, escote redondeado y espalda descubierta— es una pieza que resume a la perfección el ADN del minimalismo noventoso: sobriedad, elegancia sin esfuerzo y una estética que prescinde de adornos innecesarios. Lejos de sentirse “de archivo”, el look de Apple confirma que el sobrio black dress, cuando está bien diseñado, no conoce de épocas ni de modas pasajeras.
No es casualidad. Durante los 90, Gwyneth Paltrow se consolidó como una de las máximas referentes del minimal chic. Vestidos lenceros, monocromías, cortes simples y una actitud relajada marcaron su identidad estética y la convirtieron en una it girl de su generación.
Ese legado hoy encuentra continuidad en su hija, que ya en otras ocasiones recurrió a piezas icónicas del guardarropa materno, desde faldas de Calvin Klein hasta slip dresses de la misma década.
En Apple Martin, este rescate no funciona como un gesto nostálgico, sino como una declaración de estilo contemporánea. En un contexto donde la moda vuelve a valorar la atemporalidad, la calidad de las prendas y el consumo consciente, elegir un vestido de casi 30 años y llevarlo con naturalidad se convierte en un statement poderoso.
Así, la joven reafirma que el negro minimalista sigue siendo una de las fórmulas más elegantes y seguras de la moda. Un vestido simple, bien cortado y sin artificios puede atravesar décadas, alfombras rojas y generaciones sin perder vigencia. Apple Martin lo demuestra: menos, definitivamente, sigue siendo más.
Fotos: Fotonoticias
