La familia real monegasca volvió a deslumbrar en uno de los eventos más esperados del calendario estival del principado: el tradicional “Pique-nique des Monégasques” (U Cavagnetu), que cada año reúne a los habitantes del principado en el Parque Princesa Antonieta para despedir el verano.
Allí estuvieron presentes el Príncipe Alberto II y la Princesa Charlène, acompañados por sus hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, además de Mélanie-Antoinette de Massy, sobrina nieta del príncipe Rainiero. Entre bailes, música y un ambiente festivo, la realeza monegasca compartió la jornada con la comunidad, reforzando una tradición que combina cercanía y sofisticación.

Sin embargo, más allá de la relevancia institucional del encuentro, los flashes se los llevaron los looks de Charlène y Gabriella, quienes sorprendieron con estilismos que parecían salidos de una boda de ensueño en primavera-verano.
Las claves de los looks de Charlène y Gabriella de Mónaco
Charlène de Mónaco: encaje en clave nupcial by Oscar de la Renta
La princesa lució un vestido blanco de encaje de guipur de Oscar de la Renta, una pieza de inspiración nupcial que robó todas las miradas. Con manga corta, cuello redondo y falda midi asimétrica, la prenda combinó elegancia clásica con un aire moderno.

La royal completó el look con unos delicados pendientes de perlas y el pelo recogido, un beauty look minimalista que acentuó su sofisticación. En cuanto al calzado, eligió los infalibles slingback en tono beige de Gianvito Rossi, un sello de discreta elegancia que acompañó a la perfección.

Gabriella: Dior primaveral y cuento de hadas
Con tan solo diez años, la princesa Gabriella demostró que la moda también corre por las venas de la nueva generación real. La niña apostó por un diseño de Dior en tono marfil con estampado multicolor, inspirado en las plantas del “Bosque Encantado” de la Maison.

El vestido, con cuerpo fruncido, tirantes finos y falda acampanada, irradiaba frescura y un aire lúdico perfecto para la ocasión. Lo combinó con sandalias Dior que ya había lucido en anteriores apariciones, pequeños aros dorados y un peinado con dos trenzas de espiga, que aportó un detalle romántico y juvenil.

Ambos estilismos no solo confirmaron el impecable gusto de la realeza monegasca, sino que además ofrecen inspiración para looks de bodas de día o celebraciones al aire libre en primavera-verano. Charlène, con su elección en clave nupcial, y Gabriella, con un Dior de cuento de hadas, firmaron dos de los momentos fashion más comentados de este cierre de temporada en Mónaco.

Fotos: Fotonoticias
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