Hacer la valija puede parecer una tarea sencilla, pero quienes viajan seguido saben que tiene su ciencia. En especial cuando se trata de viajes cortos, donde el desafío está en empacar lo justo y necesario, sin que falte nada y sin terminar con una valija imposible de cerrar. La clave está en planificar y elegir con criterio.
1. Elegí una valija o mochila liviana
Antes de empezar, asegurate de elegir un equipaje liviano y práctico. Si el viaje es de fin de semana o tres o cuatro días, una valija de cabina o una mochila grande es más que suficiente. Cuanto más chica sea, menos tentación tendrás de llenar espacios con cosas innecesarias.
2. Planeá tus looks con anticipación
Uno de los secretos de una valija inteligente es pensar en combinaciones. Llevá prendas básicas y versátiles que puedas mezclar entre sí: una campera neutra, jeans o pantalones cómodos, y remeras que combinen con todo. Un par de zapatillas y un calzado más formal cubren la mayoría de las situaciones.
3. Optimizá el espacio con la técnica del enrollado
En lugar de doblar la ropa, enrollala: ocupa menos lugar y evita que se arrugue. Podés usar bolsas de tela o packing cubes para separar tipos de prendas y mantener el orden. Además, guardá los zapatos en bolsas individuales y aprovechá su interior para meter medias o accesorios.
4. Llevá solo los cosméticos indispensables
En viajes cortos, lo ideal es llevar productos en formato mini o rellenar frascos reutilizables con lo que ya usás. No hace falta cargar el frasco entero de shampoo ni una rutina de skincare completa: elegí los esenciales.
5. Los imprescindibles del “por si acaso”
Siempre conviene incluir un pequeño botiquín con analgésicos, curitas y repelente. También, una bolsa de tela extra (sirve para la ropa sucia o para volver con alguna compra). Y si vas en avión, no olvides cumplir con las normas de líquidos: envases de hasta 100 ml en una bolsa transparente.
6. Tecnología y documentos
Llevá los dispositivos que realmente vas a usar: celular, cargador y, si trabajás, una notebook o tablet. Los documentos (DNI, pasaporte, tarjetas) van siempre en un porta pasaporte o sobre cerrado, y conviene tener copias digitales por seguridad.
7. Dejá espacio para lo que traigas
Una valija inteligente no se llena al tope. Dejá un pequeño margen para recuerdos o compras del viaje. Es la mejor forma de evitar contratiempos al regresar.
Viajar liviano es, en definitiva, viajar mejor. Una valija bien pensada te ahorra estrés, peso y tiempo. Y sobre todo, te permite disfrutar más del viaje y menos del equipaje.
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