La dependencia que tenemos hoy de nuestros celulares es absoluta: allí guardamos fotos, contraseñas, datos bancarios, información laboral y hasta nuestras conversaciones más privadas. Por eso, la idea de que pueda ser hackeado no es menor. Detectar a tiempo una intrusión puede evitar problemas mucho más graves, desde el robo de datos hasta estafas.
Hay ciertas señales que funcionan como alertas tempranas y que conviene conocer. La primera es un consumo anormal de batería. Si notás que la carga dura mucho menos que antes y no cambiaste tus hábitos de uso, puede ser que haya procesos funcionando en segundo plano sin tu consentimiento.
Otra pista es el sobrecalentamiento constante del teléfono. Si se calienta incluso cuando no lo estás usando o mientras realizás tareas simples, podría indicar que hay apps maliciosas trabajando en segundo plano.
El uso de datos móviles desproporcionado es otra señal importante. Revisá en la configuración de tu celular qué aplicaciones consumen más datos y en qué horarios. Si encontrás picos extraños cuando no estabas usando el dispositivo, es motivo de alerta.
Las notificaciones extrañas o ventanas emergentes que aparecen de forma inesperada también son un indicador de posible malware. Lo mismo ocurre si encontrás aplicaciones que nunca descargaste instaladas en tu teléfono.
Una quinta señal es la lentitud extrema. Todos los celulares se vuelven más lentos con el tiempo, pero si el cambio es brusco, podría deberse a un software malicioso consumiendo recursos.
Por último, si tus contactos reciben mensajes que vos no enviaste a través de WhatsApp, SMS o redes sociales, es probable que alguien haya tomado control de tu cuenta o de tu dispositivo.
Si confirmás o sospechás que tu celular fue hackeado, el primer paso es desconectarlo de internet (datos y WiFi) para frenar el posible robo de información. Luego, hacé un respaldo de los archivos importantes y realizá un análisis completo con un antivirus confiable. Si el problema persiste, lo mejor es restaurar el teléfono a su configuración de fábrica.
Por prevención, es recomendable mantener el sistema operativo y las aplicaciones actualizadas, descargar software solo desde tiendas oficiales, activar la verificación en dos pasos en tus cuentas y usar contraseñas seguras y únicas para cada servicio.
Conocer estas señales y actuar rápido puede marcar la diferencia entre un susto menor y un problema de seguridad grave. Tu celular es una extensión de tu vida digital: cuidarlo es proteger tu información.
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