Mantener la casa limpia no siempre es sinónimo de que huela bien. A veces, los olores se esconden en lugares donde menos se los espera: dentro de la heladera, en los ambientes cerrados o en los textiles. Pero no hace falta recurrir a productos industriales llenos de fragancias sintéticas: con soluciones naturales, fáciles y económicas, se puede eliminar el mal olor y dejar el hogar con un aroma fresco y duradero.
El primer paso es detectar el origen. Los malos olores suelen tener causas específicas: restos de comida, humedad, falta de ventilación o acumulación de polvo. Antes de disimularlos con aromas, conviene limpiar a fondo la zona afectada. Un truco clásico es ventilar la casa al menos 10 minutos por día: renovar el aire es la forma más simple y efectiva de mantener la frescura en los ambientes.
En la cocina, la heladera y los tachos de basura son los principales focos. Colocar un pequeño recipiente con bicarbonato de sodio en la parte inferior del refrigerador absorbe los olores sin afectar los alimentos. También se pueden usar granos de café o cáscaras de cítricos. En el tacho, una mezcla de agua con vinagre blanco y unas gotas de limón desinfecta y neutraliza el mal olor al instante.
En los baños, donde la humedad es constante, el vinagre blanco vuelve a ser un aliado natural: se puede pulverizar sobre azulejos, cortinas de ducha y rejillas, dejar actuar unos minutos y enjuagar. Además, colocar un pequeño frasco con bicarbonato y unas gotas de aceite esencial de lavanda o eucalipto ayuda a mantener el aire fresco todo el día.
Los textiles —como cortinas, almohadones o sillones— también suelen retener olores. Para renovarlos, se puede rociar una mezcla casera de agua, alcohol y unas gotas de esencia natural. Otra opción es espolvorear bicarbonato de sodio en los tapizados, dejar actuar media hora y aspirar: elimina olores y refresca los tejidos sin dañarlos.
En ambientes cerrados, como dormitorios o placares, los sahumerios naturales y las bolsitas de hierbas secas (romero, menta, canela o clavo de olor) son excelentes alternativas. Además de perfumar, tienen propiedades antibacterianas y aportan una sensación de limpieza.
Un consejo final: mantener las ventanas abiertas mientras se cocina o limpia, y evitar el uso excesivo de aerosoles o fragancias químicas, ya que muchas veces solo “tapan” el olor sin eliminarlo.
Adoptar estos pequeños hábitos no solo ayuda a tener un hogar más fresco, sino también más saludable y sustentable. Con productos naturales y económicos, se puede lograr que cada ambiente huela bien sin saturar el aire. Porque al final, el mejor aroma del hogar es el que transmite limpieza, armonía y bienestar.
Mirá También

Eva De Dominici confirmó su separación de Eduardo Cruz tras ocho años juntos y un hijo en común
Mirá También

Quién es la entrerriana que deslumbra en Tailandia y se perfila como favorita en el Miss Universo 2025
Mirá También


