Connie Ansaldi (51) convirtió los viajes en una extensión natural de su ritmo de vida. Conferencias, eventos y proyectos la llevan a recorrer aeropuertos de todo el mundo, y en ese ir y venir construyó un método personal para volar mejor, descansar más y evitar contratiempos.
En su visita al programa Ventana o Pasillo, de Maia Chacra, contó desde su asiento preferido en el avión hasta los artículos "no negociables" que lleva en su equipaje de mano.placentero.
Estrategia Aérea
Cuando se le pregunta si prefiere ventana o pasillo, la respuesta de Connie es inmediata: Ventana. Su elección no tiene que ver con una mirada romántica del cielo o del amanecer, sino con motivos totalmente prácticos:
- Dormir apoyada: La ventana le permite recostarse cómodamente y soñar mejor.
- Evitar interrupciones: Nadie la despierta para que otro pasajero pueda ir al baño.
- Control de la luz solar: Ella tiene el puede subir o bajar la cortinilla cuando quiere.
Además del tipo de asiento, la ubicación dentro de la cabina también importa. Ansaldi prefiere sentarse en la parte de adelante de la clase turista, para ser de las primeras en salir del avión y poder llegar rápido a migraciones.
El kit de supervivencia: más allá de lo básico
Connie recomienda encarecidamente viajar con carry-on (equipaje de mano). Su técnica es llevarlo siempre vacío, porque sabe que volverá lleno. En ese equipaje de mano van su computadora -un objeto que nunca suelta- y un kit de "por si acaso" que ya es parte de su marca personal e incluye:
- Hidratación: Lleva crema para la cara y bruma hidratante, ya que el ambiente del avión le reseca mucho la piel.
- Farmacia: Está lista para cualquier eventualidad, como un dolor de cabeza.
- Mentas: Para ella, las mentas son un acto de solidaridad. Siente que todos deberían llevarlas para cuando se despiertan en el avión.
Amor por los aeropuertos y estilo de viaje
A diferencia de muchas personas, Connie ama estar en el aeropuerto. Disfruta del ambiente y hasta de las escalas largas. De hecho, su costumbre es llegar entre cuatro y seis horas antes de cada vuelo. Una vez allí, le gusta recorrer las tiendas, mirar qué hay, tomar café y ver qué se puede comer.
Aunque viaja mucho sola por trabajo -da en promedio una conferencia por semana-, prefiere viajar acompañada. Sin embargo, su filosofía de viaje en grupo es muy clara: cada uno debe hacer lo que quiera. No soporta a quienes se ofenden si ella decide no ir a una actividad, como un museo, si no le interesa o no tiene ganas.
Destinos: de lo sobrevalorado a lo deseado
Connie no duda en compartir qué destinos la decepcionaron y cuáles ama.
- El destino más sobrevalorado: Para ella, es Miami. Su crítica se basa en que el mundo es inmenso y hay "10.000 lugares más increíbles". Además, no le gustan las ciudades no caminables donde "todo es en auto".
- Dónde viviría: Le encanta Liubliana, la capital de Eslovenia. Viaja seguido allí por trabajo y considera que la gente es "espectacularmente cálida" y muy mediterránea, a diferencia de otras ciudades cercanas como Viena, donde siente que la gente es más fría. También viviría en Punta del Este y Tandil.
- El destino más loco: Uluru, en Australia. Esa "enorme roca roja en medio del desierto" le parece impresionante.
- El viaje que quiere hacer: Desea ir a Japón.
La filosofía de viaje de Connie Ansaldi se resume en priorizar la eficiencia, la autonomía personal y la comodidad.
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