Seis años después de su última visita de Estado, Donald Trump regresó al Reino Unido y la familia Windsor desplegó toda su pompa para recibirlo. El momento más comentado no fue, sin embargo, el protocolo diplomático, sino la imagen que ofreció la princesa de Gales en el banquete real.
En ese sentido, Kate Middleton ingresó al gran comedor del castillo convertida en la indiscutida protagonista de la noche. Varios expertos en moda y realeza coincidieron en que su estilismo no solo marcó un antes y un después en la historia de sus looks de gala, sino que también opacó a la propia reina Camilla. Hasta el expresidente estadounidense se dejó seducir por el encanto de la royal: horas antes, en el primer encuentro de la jornada, la había elogiado con un espontáneo “qué guapa”.
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Para esta ocasión, la princesa de Gales apostó por un conjunto que sintetiza glamour, tradición y sello británico. Se presentó con una creación de Phillipa Lepley, la diseñadora inglesa que comenzó a vestirla en 2022 y que es célebre por su trabajo artesanal.
El atuendo de Kate combinaba un vestido de crepe de seda blanco, con escote palabra de honor y silueta ajustada, con un sobreabrigo de encaje Chantilly dorado bordado a mano, de cuello alto y mangas largas. El contraste entre las texturas y la sobriedad del color reforzaban una imagen de sofisticación casi regia.

Pero la pieza más simbólica de todo el look fue la tiara Cambridge Lover’s Knot, la favorita de Diana de Gales y la primera que Kate lució cuando recibió el título de princesa de Gales. Diseñada en 1914 por la joyería londinense Garrard para la reina María de Teck, esta pieza reúne perlas en forma de lágrima y diamantes que han pasado de generación en generación. Su diseño se inspira en una tiara de Augusta de Hesse, abuela de María de Teck, y desde hace más de un siglo es una de las joyas más icónicas de la familia real británica.

Con esta elección, Kate no solo rindió tributo a la memoria de Diana, sino que envió un mensaje de continuidad y modernidad dentro de la Corona. Su imagen, según los críticos, fue la de una auténtica reina en funciones, capaz de capturar todas las miradas incluso en un banquete pensado para honrar a un invitado tan mediático como Trump.
Por su parte, los internautas también hicieron su análisis sobre el look de Middleton y compararon su estilismo con el de una famosa princesa de Disney: Anastasia.


