La primavera marca un cambio significativo no sólo en el clima, sino también en cómo la piel reacciona frente al sol y al polen en el aire. Ante esta transformación estacional, incorporar flores en la rutina de cuidado personal es una manera simple y efectiva de hidratar, así como proteger la piel, potenciando fórmulas que se adaptan a esta etapa del año.
Ingredientes botánicos como la rosa mosqueta, lavanda, romero, neroli, manzanilla y caléndula se convierten en aliados clave para acompañar estos cambios. La incorporación consciente de estos extractos florales permite renovar la piel, ofreciendo desde fórmulas calmantes hasta antioxidantes potentes.
La clave está en elegir ingredientes que acompañen los cambios de la estación y potencien el bienestar de la piel.

A continuación, se detallan sus funciones específicas y dónde encontrarlas en productos:
La caléndula es conocida por sus propiedades calmantes y antiinflamatorias. Esta flor resulta una aliada ideal para la primavera ya que ayuda a descongestionar y regenerar la piel. Además de ser cicatrizante, antiséptica y antibacteriana, la caléndula estimula la producción de colágeno.
Abril Torres, fundadora de Veganis, explica que esta estimulación del colágeno es “algo clave para dejar preparada la piel para el verano y su constante exposición al sol”.
La rosa mosqueta es una flor rica en ácidos grasos esenciales, omega 3, y vitaminas A, C y E. Es fundamental porque estimula el colágeno y mejora la elasticidad. Se encuentra en productos como cremas faciales y leches corporales, ayudando a unificar el tono y devolver luminosidad.
“La rosa mosqueta es clave porque combate el estrés oxidativo que generan los radicales libres, un factor que acelera el envejecimiento de la piel”, agrega Abril Torres.

La lavanda destaca por su acción equilibrante y regeneradora, ayudando a calmar irritaciones y enrojecimientos. Se recomienda su uso en cremas faciales de textura liviana o sérums de noche, ya que potencia la recuperación celular y aporta frescura al rostro.
Por su parte, la manzanilla es esencial para descongestionar y reducir bolsas en la zona de los ojos. Es un clásico para pieles sensibles, ya que también hidrata y suaviza, incluyéndose frecuentemente en tónicos y contornos.
El neroli es apreciado por su efecto nutritivo y regenerador. Esta flor favorece la microcirculación y la cicatrización, y se la encuentra en leches corporales que hidratan en profundidad y dejan la piel revitalizada. Un dato interesante sobre el neroli es que es usado en aromaterapia por su poder relajante, lo que la hace esencial para terminar un largo día, según comenta la fundadora de Veganis.
Finalmente, el romero, con propiedades antioxidantes y cicatrizantes, se vuelve imprescindible en esta época del año. Ayuda a la regeneración de la piel y protege contra la polución, siendo un plus en fórmulas nocturnas.
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