Buenos Aires guarda rincones donde el tiempo parece detenerse, y Capilla del Señor, en el partido de Exaltación de la Cruz, es uno de los más cautivadores. A tan solo 85 kilómetros de la Capital, este pueblo fue declarado en 1994 “Bien de Interés Histórico Nacional” gracias a su singular fusión de cultura, naturaleza y patrimonio arquitectónico. Un reconocimiento que lo posiciona como uno de los parajes más antiguos y valiosos de la provincia.
El encanto de Capilla del Señor comienza en sus calles empedradas y fachadas coloniales, que transportan al visitante a un pasado donde los faroles de hierro y las casonas bajas definían la vida cotidiana. La Iglesia Parroquial Nuestra Señora del Rosario, construida en el siglo XVIII, se erige como símbolo de la tradición religiosa y social de la región, resguardando más de dos siglos de historia.

El paso del ferrocarril marcó otra huella imborrable. La Estación Capilla, inaugurada en 1886, fue clave para el intercambio de productos con la capital. Con su tanque de agua, su galpón de acopio y su impronta ferroviaria, hoy invita a recorrer un pasado que moldeó el desarrollo local. También se destacan construcciones singulares como la Casa Miralejos, inaugurada en 1927, cuya torre-mirador aún domina el horizonte, y la ex Estancia La Candelaria, que conserva el espíritu de las grandes propiedades rurales pampeanas.
Más allá de la historia, el pueblo invita a disfrutar de su entorno natural. Senderos rurales y arboledas centenarias son ideales para caminatas o paseos en bicicleta, mientras que los alrededores ofrecen postales típicas de la pampa húmeda. El aire puro, la calma de sus plazas y el ritmo pausado hacen de Capilla del Señor un refugio perfecto para quienes buscan desconectarse del ruido urbano.

La experiencia se completa con la gastronomía local. Restaurantes, pulperías y ferias ofrecen desde asados y empanadas hasta dulces, conservas y embutidos caseros, preparados con recetas transmitidas de generación en generación. Los fines de semana, los mercados de artesanías y productos frescos llenan de vida el casco histórico, convirtiendo al pueblo en un punto de encuentro para vecinos y visitantes.
Llegar es sencillo y accesible. En auto, el viaje desde CABA demanda poco más de una hora tomando Panamericana y Ruta Provincial 39. También existen opciones de ómnibus con salidas diarias desde Retiro, con tiempos de viaje que rondan entre hora y media y dos horas.
Con su combinación de tradición, naturaleza y hospitalidad, Capilla del Señor se consolida como un destino que trasciende el turismo de fin de semana: es un viaje directo al corazón de la historia bonaerense.
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