En la rutina diaria, a veces se hace difícil darse un gusto dulce sin complicarse demasiado. Por eso, este flan de café se presenta como la solución ideal: riquísimo, saludable y, sobre todo, ultrarápido.
En tan solo dos minutos, se puede disfrutar de un postre que normalmente llevaría mucho más tiempo de preparación. Perfecto para esos momentos en los que se quiere algo casero, reconfortante y que no requiera horas en la cocina.
La receta es tan simple como deliciosa. Solo necesitás un huevo, unas gotitas de esencia de vainilla, media taza de leche (puede ser entera, descremada o vegetal), una cucharadita de edulcorante y otra de café.
Si el café no es tu favorito, podés reemplazarlo por cacao o simplemente disfrutarlo solo con vainilla. La magia ocurre al mezclar todos los ingredientes en una taza y cocinar en el microondas en tandas de 30 segundos, hasta que el flan quede firme y cremoso.
Paso por paso, cómo preparar el flan de café proteico
Se coloca todo en la taza —un huevo, unas gotitas de esencia de vainilla, media taza de leche, una cucharadita de edulcorante y otra de café— y se mezcla hasta obtener una mezcla homogénea.
Luego, al microondas en tandas de 30 segundos, hasta que el flan esté firme y listo para disfrutar. Esta técnica permite que el postre se cocine de manera uniforme y sin complicaciones, conservando su textura cremosa y suave.
Más allá de la practicidad, este flan de café es un ejemplo de cómo los postres pueden ser saludables y deliciosos al mismo tiempo. Al reemplazar el azúcar tradicional por edulcorante y permitir variantes de leche vegetal, se convierte en una opción ligera pero igualmente indulgente. Además, la versatilidad de la receta hace que sea ideal tanto para un desayuno especial, como para la merienda o un cierre dulce después de la cena.
Tips de presentación que marcan la diferencia
- Textura y topping: Para un acabado gourmet, podés espolvorear cacao en polvo, canela o virutas de chocolate antes de servir. Incluso un toque de crema batida vegetal aporta sofisticación.
- Frutas frescas: Una frutilla cortada en láminas, arándanos o gajos de mandarina combinan a la perfección con el sabor del café, aportando color y frescura.
- Mini porciones: Si querés impresionar en una reunión, podés preparar varios flanes en tazas pequeñas o vasos de vidrio transparentes, creando un efecto visual más elegante.
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