En Palermo Hollywood existe un lugar donde el Atlántico y la Patagonia se encuentran en un plato. Allí, las ostras viajan más de 1.500 kilómetros desde las aguas frías del sur hasta descansar sobre hielo picado, apenas aderezadas para dejar que hablen por sí mismas.
En 2025, la Guía Michelin le otorgó una estrella roja y revalidó la verde -esta última, en reconocimiento a su trabajo en sustentabilidad ambiental y social-, consolidando a Crizia como uno de los grandes templos de tierra, mar y fuego de la Argentina.

El chef que trajo las ostras de regreso
Fundado en 2004 por el chef Gabriel Oggero y su mujer, Geri Gastaldo, Crizia nació como un proyecto personal y terminó convirtiéndose en una referencia ineludible para quienes buscan una cocina de productos de estación, fresca y contemporánea.
Oggero fue pionero en trabajar ostras patagónicas en Buenos Aires, y hoy son la carta de presentación de la casa. Se sirven crudas, con vinagre de torrontés, echalotes y limón fresco, en tempura, Rockefeller o incluso con Caviar Beluga.

Una experiencia única
Sentarse en Crizia es entrar en una coreografía silenciosa. La cocina abierta marca el pulso; la cava acristalada, de varios niveles y presencia escultórica, ordena la vista; y la iluminación dirigida convierte cada mesa en un pequeño escenario.
Ese marco acompaña una carta que respira estacionalidad y que encuentra su síntesis en Puro Mar, el menú de siete pasos que funciona como manifiesto de la casa. Allí las ostras abren el recorrido. Después hay langostinos salvajes trabajados al calor de las brasas, chipirones de las Islas Malvinas, pesca con espuma de mar y algas marinas, y un buen momento dulce compuesta por un sorbet de temporada, flores de la huerta y chocolates.
La crítica especializada lo viene contando hace tiempo: Puro Mar no es solo una secuencia de platos, es una idea de cocina que ordena al resto.

El menú y los precios
Crizia ofrece opciones a la carta y dos menús degustación: Puro Mar sale $195.000 por persona y Tierra Mar (cuatro pasos con "ostras, secretos de mar, hongos silvestres, cordero de Santa Cruz, imaginación y chocolates") está $150.000 por persona.
Quien busque una experiencia más breve puede optar por platos individuales: las ostras se venden desde dos unidades, y hay entradas como Tartar de centolla, langostinos y lenguado con lima, cebolla colorada, rábano y oliva extra virgen que permiten saborear un poco de la esencia de la casa.
La arquitectura que enmarca la cocina

Crizia fue pensado como un loft contemporáneo donde la cocina y el vino estén siempre a la vista. Ladrillo, hierro y hormigón definen un espacio de líneas limpias que no compite con el plato: lo acompaña.
La cava vertical se impone en el centro del salón con más de 15.000 botellas y unas 650–850 etiquetas según rotación, distribuidas en cuatro pisos.


Fotos: @criziarestaurant




