La polenta es sinónimo de hogar, de lluvia en la ventana y de un plato que reconforta en cualquier momento.
Aunque muchos la asocian equivocadamente a largas cocciones, la realidad es que con los productos actuales se puede preparar en minutos y quedar con la textura ideal: cremosa, suave y con ese sabor que pide a gritos un buen queso rallado encima.
Con apenas un par de pasos claros, en diez minutos vas a tener lista una de las comidas más clásicas y rendidoras para compartir en familia.
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Polenta cremosa lista en 10 minutos
Ingredientes (4 porciones generosas)
-1 taza de polenta instantánea
-4 tazas de agua o caldo de verduras (para más sabor)
-1 cucharadita de sal
-1 cucharada de manteca
-½ taza de queso rallado (parmesano, reggianito o el que tengas)
-Salsa de tomate o estofado, a gusto, para acompañar
Cómo prepararla
En una olla amplia, poné a calentar el agua o el caldo hasta que rompa hervor. Agregá la sal. Volcá la polenta en forma de lluvia, mientras revolvés constantemente con un batidor de mano o cuchara de madera. Este paso es clave para evitar grumos.
Bajá el fuego a mínimo y seguí revolviendo 5 minutos, hasta que la mezcla se espese y quede cremosa. Sumá la manteca y la mitad del queso rallado, mezclando bien para que se derrita e integre. Serví bien caliente en platos hondos, con la salsa que más te guste por encima y el resto del queso espolvoreado.
Tip GENTE
Si querés una textura aún más suave, reemplazá una taza de agua por leche. Y si sobra, podés volcar la polenta en una fuente, dejar enfriar y luego cortarla en bastones para dorar al horno o a la plancha.

