Maru Botana volvió a demostrar por qué es una de las cocineras más queridas con una receta que despierta nostalgia y ganas de encender el horno. En esta ocasión, compartió en sus redes su versión de la torta de ricota, una preparación que define como “bien de casa” y que conquista por su combinación de sabores suaves y esa cucharada de dulce de leche que queda oculta hasta el primer bocado.
En el video que publicó, Maru aparece sonriente mostrando la torta terminada. “Miren lo que es este tortón, espectacular”, dice mientras sostiene la fuente con orgullo. La receta comienza con una masa casera que ella prepara con harina, un poco de ralladura de limón, azúcar, manteca y yemas de huevo. A diferencia de otras masas que se amasan mucho, esta se trabaja con las yemas de los dedos hasta lograr una textura tierna, que luego se acomoda en el molde con cuidado. Maru siempre insiste en cubrir bien los bordes, porque ahí se encuentra uno de sus secretos: el relleno es muy suave y si no se sellan los zócalos, puede escaparse en el horno.
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Mientras la masa se precocina, llega el momento de ocuparse del ingrediente estrella: la ricota. Para que no quede dura, Maru prefiere “aflojarla” en la batidora y no procesarla completamente. Así, conserva esa textura que ella misma define con humor como “nombre de ricota”, algo que le da autenticidad a la preparación. Una vez lista, la mezcla con crema de leche, yemas, azúcar, esencia de vainilla, fécula de maíz, ralladura de limón y un poco de polvo de hornear. El resultado es un relleno cremoso, al que después se incorporan claras batidas a punto nieve. Este paso es clave para que la torta no quede compacta, sino con esa miga aireada y liviana que la hace inconfundible.
Pero la verdadera sorpresa llega justo antes de rellenar la base. Maru no puede evitar darle su sello personal y esparce una capa de dulce de leche que queda escondida bajo la ricota. Según ella, este detalle convierte la torta en una tentación imposible de rechazar. Al hornearse, el dulce de leche se funde con la preparación y crea un corazón goloso que se descubre recién cuando se corta la primera porción.
La cocción lleva alrededor de 45 minutos a horno medio, hasta que la superficie se dore apenas. Entonces, Maru aconseja dejarla enfriar bien antes de espolvorear una lluvia de azúcar impalpable que le aporta ese aspecto de postre de la infancia. “Es una tarta clásica, de las que uno siempre quiere volver a hacer”, aseguró mientras mostraba el resultado final, con su aroma casero que invade toda la cocina.
En el posteo, invitó a sus seguidores a animarse a prepararla y contarle cómo les queda. Muchos comentaron que la torta de ricota les recuerda a sus abuelas o a reuniones familiares de domingo. Otros se entusiasmaron con la idea de sumar un toque personal: un poco de ralladura de naranja, chips de chocolate o más cantidad de dulce de leche para los más golosos.
Esta receta de Maru Botana no solo celebra los sabores tradicionales, sino que también rescata esa costumbre de compartir un momento especial alrededor de algo rico y hecho con amor. Una torta que, como ella misma dice, “es de las de antes”, pero sigue conquistando paladares de todas las edades.
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