Hay recetas que no necesitan presentación, apenas un bocado para volverse inolvidables. Maru Botana lo sabe y, por eso, no dudó en compartir en su cuenta de Instagram una de esas preparaciones que enamoran desde el primer vistazo: el Gato Vasco, una torta cremosa, sin masa y con un sabor delicado pero profundamente reconfortante.
“Cremosa, simple, y con ese gustito inconfundible”, escribió Maru en su posteo, donde explicó que esta delicia española —muy popular en los últimos años pero clásica en su origen— lleva poquísimos ingredientes y se arma en apenas 10 minutos. Como buena maestra de la cocina casera, lo preparó sin batidora eléctrica, solo con un bowl, una cuchara y ese entusiasmo contagioso que transmite desde hace décadas.
“Hoy vamos a hacer Gato Vasco con frutos rojos, delicioso”, arranca el video que publicó en su perfil. A cámara, va detallando el paso a paso mientras mezcla con tranquilidad: primero el queso crema con azúcar impalpable, luego la crema de leche, un chorrito de vainilla, y por último los 10 huevos, que va integrando uno a uno. Todo, en frío y a mano.
La magia empieza cuando esa mezcla suave y homogénea se vuelca en un molde de 30 cm forrado con papel manteca mojado, sin masa, ni base de galletitas ni complicaciones. Ese papel húmedo es una clave del resultado: permite una cocción pareja y una textura suave, sin que nada se adhiera a los bordes. Luego, al horno a 170°C durante 40 minutos, vigilando que el centro quede bien tembloroso: “Vas a ver que cuando la saques se va a mover, pero cuando se enfría se endurece”, explica con la seguridad de quien lo hace desde siempre.
Y aunque la torta por sí sola ya promete, Maru le suma un toque final que eleva aún más el resultado: frutos rojos apenas sarteneados, que aportan frescura, acidez y color. En el video, muestra el resultado con una sonrisa: una torta baja, dorada por fuera, de textura húmeda y cremosa en el interior. “Mirá lo que es… tremenda, deliciosa, cremosa”, resume.
La receta completa incluye:
– 10 huevos
– 1500 g de queso crema
– 660 g de crema de leche
– 280 g de azúcar impalpable
– un chorrito de esencia de vainilla
Para los amantes de la repostería, esta es una de esas fórmulas que se convierten en comodín: versátil, fácil de hacer y con resultados de pastelería profesional sin esfuerzo. Además, es ideal para quienes buscan opciones sin gluten o con texturas suaves para toda la familia.
En épocas donde lo casero volvió a ganar protagonismo, Maru apuesta —una vez más— a una cocina sincera, sin pretensiones y pensada para compartir. Y con esta versión del Gato Vasco, nos recuerda que lo simple también puede ser espectacular.
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