Las papas al horno son un clásico, pero no siempre quedan firmes por fuera y suaves por dentro. El truco para lograr esa textura perfecta es simple y sorprendente: sumergirlas apenas dos minutos en agua hirviendo antes de llevarlas al horno.
Ese choque térmico genera microfisuras en la superficie, que después se doran de manera espectacular con apenas un chorrito de aceite. Resultado: crocancia total sin una gota de fritura.
Mirá También

Pionono de pistacho en 7 pasos: la receta elegante de Maru Botana, ideal para las fiestas
Cómo hacerlas
Ingredientes
-4 papas medianas
-2 cucharadas de aceite de oliva
-Sal y pimienta a gusto
-Ajo en polvo o picado (opcional)
-Pimentón, romero o tomillo (opcional, pero recomendado)
Preparación
- Cortar y hervir muy brevemente
Lavar bien las papas y cortarlas en gajos o cubos. Hervir agua y, cuando rompa el hervor, sumergir las papas sólo 2-3 minutos. Retirarlas con espumadera y secar bien con un repasador o papel de cocina.
- Condimentar
Pasar las papas tibias a una placa. Sumar aceite de oliva, sal, pimienta y las especias que quieras. Mezclar para que queden todas bien cubiertas.
- Hornear fuerte
Llevar a horno bien caliente (220–240 °C) durante 30 a 40 minutos, moviendo la placa a mitad de cocción. Quedan doradas, crujientes afuera y tiernas por dentro.
- Servir
Podés acompañarlas con mayonesa casera, alioli o un toque de limón. También quedan increíbles con salsas picantes o yogurt especiado.
Tip GENTE
Agregá una cucharada de fécula de maíz o pan rallado fino antes de hornear: potencia el dorado y la crocancia sin afectar el sabor.

