La tarta crocante de manzana tiene una larga tradición en la pastelería casera. Se reconoce por la combinación de una base granulada y firme con la frescura de la fruta, un contraste que le otorga identidad propia dentro de las recetas de manzana y Elina Costantini tiene los tips pundamentales.
Sus raíces se encuentran en la repostería europea, donde las manzanas fueron durante siglos un ingrediente habitual en tortas y tartas. Con el tiempo, la receta se expandió y adquirió distintas variaciones según la región, sumando especias, frutos secos o ingredientes locales.

En la versión actual, la propuesta se centra en conservar la simpleza de la preparación y destacar el rol de las manzanas como protagonistas. El resultado es un postre versátil que puede servirse tanto en reuniones familiares como en ocasiones especiales.
La incorporación del crocante, elaborado con una mezcla de harina, manteca y azúcar, asegura una textura característica que equilibra la jugosidad de la fruta. Ese detalle técnico es lo que distingue a esta tarta y la mantiene vigente en diferentes mesas y generaciones.
ngredientes
- 200 g de harina leudante
- 12 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de esencia de vainilla (o coco rallado)
- 100 g de manteca
- 3 manzanas peladas y cortadas en trozos medianos
- 2 huevos
- 250 ml de leche
- Un par de puñados de almendras
Preparación
Paso 1. Colocá en un bowl la manteca, el azúcar, la harina y la esencia de vainilla. El secreto de Elina es trabajar esta mezcla con las manos: así se logra esa textura arenosa que será la base perfecta.
Paso 2. Enmantecá y enhariná el molde. Distribuí la preparación granulada presionando bien para formar la masa de la tarta.
Paso 3. Sumá las manzanas cortadas en trozos medianos sobre la base ya lista. Esta es la parte que le dará frescura y sabor natural a la receta.
Paso 4. Batí los huevos, incorporá la leche y verté la mezcla poco a poco para que se impregne parejo. Para terminar, espolvoreá almendras tostadas y picadas por encima.
Fotos: Gentileza Para Ti
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