El futuro del lujo no está en la piel de cocodrilo ni en telas imposibles de reciclar... El nuevo material fetiche de las pasarelas crece bajo tierra, se alimenta de residuos orgánicos y tiene un nombre que ya se pronuncia en todos los desfiles: micelio. De Londres a París, de Nueva York a Milán, las grandes casas de moda lo incorporan como el símbolo de una era donde la sustentabilidad es sinónimo de prestigio.
El micelio es la parte subterránea de los hongos. Funciona como una red de filamentos parecida a raíces y tiene la capacidad de unir materiales entre sí, creando estructuras compactas y livianas. Se trata de uno de los organismos más eficientes para transformar residuos orgánicos en nueva materia.
Stella McCartney fue la primera en llevarlo a la alta moda. En 2018 presentó junto a Bolt Threads el primer bolso hecho con Mylo, un cuero vegano confeccionado con micelio, y en 2022 lanzó el Frayme Mylo, una cartera estructurada que se agotó en preventa y hoy es pieza de colección. Su aparición en la Semana de la Moda de París marcó un antes y un después. La sustentabilidad dejó de ser un discurso y se transformó en objeto de deseo.
El ejemplo se contagió rápido. Hermès trabajó con la start up MycoWorks para crear una versión experimental del bolso Victoria en micelio, presentado en 2021. El gesto de la maison francesa fue clave... Claro, si una marca tan ligada a la tradición y al lujo eterno apostaba por los hongos, entonces la legitimidad estaba asegurada.
Qué otras marcas e industrias apuestan al micelio

Otras firmas también buscan su lugar en la carrera verde. Adidas presentó prototipos de sus clásicas Stan Smith elaboradas con Mylo, sumando innovación a uno de sus modelos más icónicos. Lululemon lanzó una colección cápsula de bolsos deportivos y fundas de yoga en micelio, apuntando al consumidor premium que une entrenamiento con lifestyle consciente. Y dentro del conglomerado Kering, marcas como Gucci y Balenciaga ya probaron accesorios experimentales elaborados con este material para colecciones limitadas.
Hollywood no se quedó atrás. Natalie Portman y John Legend no solo invirtieron en MycoWorks, sino que también comenzaron a lucir zapatos y clutchs de micelio en alfombras rojas, convirtiéndolos en objeto de cámara y comentario en editoriales de moda internacionales.

Las cifras confirman la tendencia: el mercado del cuero de micelio pasó de ocho millones de dólares en 2023 a más de once en 2024, y se proyecta que alcanzará los 213 millones antes de 2032. Para la industria del lujo significa algo más que números: significa poder reinventarse sin perder exclusividad.
La revolución del micelio también tiene entre sus protagonistas en el diseño de interiores e incluso en el packaging. Sin embargo, el verdadero objetivo detrás de todo esto es la sustentabilidad. Celebridades, científicos, empresarios y anónimos se unieron para dar vida a producciones amigables con el medioambiente de la mano de este hongo.
En Argentina también se está experimentado. MOSH es una propuesta sustentable y revolucionaria en el mundo del diseño y los envases que este año participó de la semana de Diseño de Milán. Su fundadora, la argentina Denise Pañella, presentó una propuesta de arte sustentable a base de este material, con el que se elabora packagings compostables.
"Nuestro objetivo es fusionar la naturaleza efímera del material con la atemporalidad de las ideas, diseñando un futuro que sea tanto reflexivo como estéticamente poderoso", explica Denise Pañella sobre el trabajo que hace con MOSH.
Los materiales sustentables en el top 3 de las marcas

El micelio no sólo seduce por su tacto similar al cuero y su resistencia, sino también porque responde al mandato de la época: materiales capaces de reducir la huella de carbono, biodegradarse y reinventarse en cada colección. El lujo sin culpa ya tiene su emblema y desfila con glamour en las vitrinas más codiciadas del planeta.
En el caso del diseño de interiores, la arquitectura y la construcción, la influencia del micelio se denomina “micotectura” y, de a poco, gana popularidad en esos ámbitos. El hongo, al poder crecer sobre sustratos orgánicos, se convierte en una especie de pegamento natural que da cohesión al material. Los especialistas enfatizan además que, al tratarse de un material vivo, el micelio puede autorrepararse, autorreplicarse y mejorarse con otros elementos como el metal o la melanina.
Lo que hasta hace poco parecía ciencia ficción hoy se expone en las vidrieras de la Rue du Faubourg Saint-Honoré, se fotografía en las pasarelas de Milán y se luce en las alfombras rojas de Hollywood. Un bolso de Stella McCartney, unas zapatillas de Adidas o un Victoria de Hermès dejan en claro que el lujo ya no se mide solo en exclusividad, sino también en conciencia.
El micelio llegó para instalarse como símbolo de una nueva era. Nos referimos a una moda que seduce, que emociona y que al mismo tiempo cuida el planeta. Sí, mientras los hongos crecen silenciosos bajo tierra, la industria entera se reinventa sobre su superficie, tejiendo un futuro donde lo sustentable es, al fin, lo más deseado.
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