Las pastas caseras son sinónimo de tradición, familia y mesa compartida. Preparar ravioles, sorrentinos o cappellettis es un ritual que atraviesa generaciones. Sin embargo, al momento de hervirlos suele aparecer un problema que desespera a más de uno: la masa se abre, el relleno se escapa y lo que debía ser un plato perfecto termina siendo un desastre.
¿Por qué pasa? Generalmente porque no se selló bien la unión de la masa, porque el agua hirvió demasiado fuerte o porque se cocinó más tiempo del necesario.
La buena noticia es que existe un truco fácil que evita que las pastas caseras se exploten: sellar bien los bordes y controlar la cocción. Aquí cuatro tips que no fallan.
El secreto para que no se exploten las pastas rellenas
1-Sellar con agua o huevo
Al armar ravioles o sorrentinos, pincelá los bordes de la masa con un poco de agua o clara de huevo. Esto funciona como pegamento y asegura que no se abran en la cocción.
2-Presionar el aire hacia afuera
Al cerrar, hacé presión suave con los dedos para que no quede aire adentro. Ese aire atrapado es lo que suele provocar que la masa se reviente en el agua.
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3-Hervir en agua calma
Cociná en abundante agua con sal, pero sin que hierva violentamente. Lo ideal es un hervor suave, que cocine sin golpear las piezas.
4-No sobrecocinar
Con 3 a 5 minutos suele ser suficiente, según el grosor de la masa. Retiralos apenas suben a la superficie.
El paso a paso para unas pastas caseras perfectas
Preparar la masa con harina y huevos, amasar y estirar hasta dejarla fina. Rellenar con la mezcla elegida (ricota, carne, verdura) y cubrir con otra capa de masa. Sellar los bordes con agua o clara de huevo y presionar bien para eliminar el aire. Cortar las piezas y colocarlas sobre una superficie enharinada. Hervir en abundante agua con sal y un chorrito de aceite, a hervor suave. Retirar apenas suben a la superficie y servir con la salsa elegida.
Tip GENTE
Para que no se peguen entre sí, no sobrecargues la olla: herví las pastas en tandas. Si vas a congelarlas, hacelo antes de la cocción, con las piezas bien separadas. Una vez cocidas, agregalas enseguida a la salsa: eso ayuda a que no se sequen ni se peguen.
