Después de casi una década alejada de la actuación, Meghan Markle vuelve a sus raíces. La duquesa de Sussex fue vista en un set de rodaje en Pasadena, California, filmando escenas de Close Personal Friends, una comedia producida por Amazon MGM Studios que marca su primer papel en ocho años. Y lo hace interpretándose a sí misma, en un proyecto que promete mezclar humor, autoconciencia y guiños a su propia vida.
El film, que cuenta con un elenco estelar integrado por Lily Collins, Brie Larson, Jack Quaid y Henry Golding, narra la historia de dos parejas —una famosa y otra anónima— que entablan amistad durante una estancia en Santa Bárbara. El paralelismo con la vida real de Meghan y el príncipe Harry, cuya residencia está en el cercano barrio de Montecito, no ha pasado desapercibido para la prensa internacional.
Según fuentes de producción citadas por People, este retorno tiene un significado profundo para la exactriz: “Es un momento muy especial para Meghan. Representa volver a hacer algo que la apasiona”. Aunque recibió varias propuestas en los últimos años, esta fue la que consideró más alineada con su presente.
Por su parte, Mirror destacó que la duquesa eligió este proyecto como una forma “suave” de reconectar con el ambiente cinematográfico y evaluar cómo se siente nuevamente frente a las cámaras.
El apoyo del príncipe Harry ha sido incondicional. Tal como señala Daily Mail, el duque de Sussex “quiere que Meghan haga aquello que la haga feliz”, mostrando un respaldo total a su decisión de retomar su carrera artística.
Su despedida de la actuación había ocurrido en 2017, cuando su relación con Harry se hizo pública. Meghan dejó su papel como Rachel Zane en la exitosa serie Suits tras siete temporadas y más de cien episodios, poco antes de su boda real en mayo de 2018. En ese momento, explicó que no veía su salida como una renuncia, sino como “un cambio de rumbo”. “Estoy muy orgullosa de lo que hice y lista para una nueva etapa”, afirmó entonces.
A lo largo de los años, Meghan aseguró que no planeaba regresar a la actuación, aunque nunca cerró del todo la puerta. En 2022, durante una entrevista con Variety, fue tajante: “No, he terminado. Supongo que nunca digas nunca, pero no es mi intención volver”. Sin embargo, recientemente reconoció que “a veces extrañaba el set”, una confesión que hoy cobra sentido con su regreso a la pantalla grande.
Antes de alcanzar fama internacional, la actriz estadounidense atravesó una carrera marcada por la perseverancia. Tras pequeños papeles en series como Fringe y The League, y un paso fugaz como modelo en Deal or No Deal, su gran oportunidad llegó con Suits, la ficción legal que la catapultó al reconocimiento global.
Desde su salida de la familia real en 2020, Meghan y Harry se instalaron en California junto a sus hijos, Archie y Lilibet. Desde entonces, han construido una vida centrada en la familia, el activismo y la producción audiovisual. A través de Archewell Productions —su productora—, la duquesa ha explorado su faceta como creadora y presentadora, firmando un acuerdo con Netflix que dio origen a proyectos como el documental Harry & Meghan y su serie lifestyle With Love, Meghan, donde comparte recetas, charlas y momentos íntimos con figuras como Chrissy Teigen y Mindy Kaling.
El regreso de Meghan Markle a Hollywood no solo significa un reencuentro con su pasado, sino también una declaración de independencia y autenticidad. A ocho años de dejar los sets, la duquesa vuelve al punto de partida, pero en sus propios términos.
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