Tiene menos de 10 mil habitantes y es un gran pueblo argentino para vacacionar – GENTE Online
 

Tiene menos de 10 mil habitantes y es un gran pueblo argentino para vacacionar

Un destino rodeado de montañas, tradición, naturaleza extrema y colores que cambian según la estación: un rincón del país que sorprende todo el año.
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En el sur del país existe un pueblo que parece detenido en el tiempo, pero que al mismo tiempo late con una energía poderosa. Pequeño, encantador y rodeado de paisajes que van del verde intenso al blanco total, combina cultura, historia y naturaleza como pocos lugares en la Argentina. Se trata de una localidad donde las tradiciones galesas se viven en las calles, en sus casas de té y en sus relatos, mientras el entorno patagónico ofrece una postal distinta cada día.

Trevelin, ubicado en un valle fértil entre montañas, tiene menos de 10 mil habitantes y una identidad única formada por la fusión entre la herencia galesa y las comunidades mapuches de la zona. Y aunque mantiene su espíritu de pueblo, con ritmo calmo y cercanía entre vecinos, también se consolidó como uno de los puntos turísticos más atractivos de la Patagonia andina.

Los valles cordilleranos de Trevelin regalan vistas amplias, colores intensos y una serenidad que marca el ritmo del pueblo.

El pueblo donde florecen los tulipanes

Uno de los fenómenos que vuelve famoso a este destino ocurre cada octubre, cuando el Campo de Tulipanes despliega un espectáculo natural incomparable. Filas de colores intensos —rojos, amarillos, violetas, naranjas— se abren paso al pie de las montañas y crean una de las imágenes más icónicas de la Patagonia. Este emprendimiento, ubicado a un desvío de la Ruta 259, recibe visitantes de todo el país que buscan vivir esta postal efímera que dura apenas algunas semanas.

En verano, el valle se transforma: chacras productoras de frutos rojos abren sus puertas para degustaciones y recorridos educativos. Allí se pueden conocer cultivos de frambuesas, arándanos y otras frutas finas, una de las actividades económicas más tradicionales del pueblo. En paralelo, el crecimiento de bodegas patagónicas posicionó a Trevelin como una de las regiones vitivinícolas más australes del mundo.

El famoso Campo de Tulipanes despliega cada octubre una de las postales más impactantes de la Patagonia, con miles de flores a los pies de la cordillera.

Puerta de entrada al Parque Nacional Los Alerces

A pocos kilómetros se encuentra uno de los parques nacionales más impresionantes del país: Los Alerces, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Desde Trevelin parten excursiones hacia el Embalse Amutui Quimey y las navegaciones que llevan al Bosque de Alerces Milenarios, donde se conservan ejemplares de más de 2.600 años.

Los lagos de aguas turquesas, los senderos entre coihues y las altas montañas forman un entorno perfecto para el trekking, la fotografía y el avistaje de fauna, especialmente del huemul, una de las especies más emblemáticas de la Patagonia.

Qué hacer en Trevelin

Según la época del año, la experiencia cambia por completo:

● Invierno con nieve:
Trevelin es punto estratégico para quienes visitan La Hoya o buscan actividades invernales en la región. La ciudad se cubre de blanco y las montañas cercanas son escenario de deportes como esquí, snowboard y caminatas con raquetas.

● Tardes galesas inolvidables:
Las casas de té son parte esencial del recorrido. Con manteles bordados, vajilla antigua y recetas tradicionales, ofrecen tortas, scones y panes típicos que mantienen viva la herencia de los primeros colonos.

● Museos históricos:
El Museo Molino Andes y el Museo Cartref Taid cuentan el proceso de llegada de los galeses al valle y cómo transformaron la región a fines del siglo XIX.

● Naturaleza todo el año:
El entorno invita a hacer trekking, recorridos en bicicleta, paseos por el río Percy y visitas a chacras productivas.

Cómo llegar a Trevelin

La forma más cómoda es volar hasta el Aeropuerto de Esquel (EQS), ubicado a unos 40 minutos del pueblo. Desde Buenos Aires, los vuelos duran poco más de dos horas.

Quienes prefieran viajar en auto deben contemplar unas 23 horas de ruta, cruzando Buenos Aires, Río Negro y luego Chubut hasta empalmar con la Ruta 40 y las rutas locales que llevan a Trevelin. Muchos turistas optan por hacerlo en varios días para disfrutar del paisaje patagónico.



 
 

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