El plantón de Máxima Zorreguieta a los fotógrafos en su llegada a Sudáfrica sigue dando de qué hablar y pone a la monarca nacida en Argentina contra las cuerdas.
Es que la Reina de los Países Bajos cuenta con una imagen de persona simpática, espontánea, natural y accesible. Y esta actitud tan cercana ha provocado que la esposa del rey Guillermo Alejandro se haya convertido en una de las royals mejor valoradas de las monarquías europeas.
Sin embargo, ahora ha dejado ver que no siempre es así y que puede tener días difíciles. En ese sentido, el periodista Rick Evers se ha encargado de mostrar la otra cara de Máxima, que hasta la fecha no se conocía, y todo precisamente por no querer que le tomaran fotos en el aeropuerto de Ciudad del Cabo, tras llegar de la primera misa oficial del Papa León XIV en el Vaticano.
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Todo comenzó con un post en redes sociales de Evers, periodista que sigue siempre a la Familia Real Orange y que incluso publicó un libro sobre Zorreguieta, en el que ponía de manifiesto la actitud de la reina.
“La reina Máxima aterrizó esta noche en Ciudad del Cabo. Los medios oficiales que fueron escoltados al aeropuerto para informar sobre su llegada se mostraron decepcionados: Su Majestad estaba de mal humor y no quiso que le tomaran fotos. Que buen comienzo”, ironizó el periodista a través de sus redes sobre la visita oficial de la Reina a Sudáfrica por 3 días.
Sobre esa línea, los posteos con las declaraciones de Rick Evers tuvieron repercusión rápidamente en los medios de los Países Bajos, quienes condenaron la actitud de la monarca debido al gran presupuesto que destinan para cubrir los viajes oficiales de los miembros de la Corona.
De hecho, ante algunos acérrimos defensores de Zorreguieta quienes defendían su derecho a no querer ser fotografiada, Evers les contestó y fue contundente: "La prensa pagó una fortuna para cubrir la visita. Se acordó que habría una sesión de fotos en el aeropuerto, y la prensa esperó horas. Si tuviera algo de humanidad, le habría pedido a su secretaria que le enviara un mensaje al jefe de prensa. O que se lo preguntara amablemente después de aterrizar. Pero mostró su verdadera cara...".
Lejos de calmar las aguas, con su mensaje Rick deja entrever que la reina tiene una cara oculta que no conocíamos, pero sí aquellos que día a día la siguen en los actos oficiales. No es nada habitual que un periodista cargue tan duramente contra un miembro de la familia real, y menos de los Orange, pues es conocido el control que tienen sobre todo lo que se publica o se deja de publicar.
Control de daños: el cambio de actitud de Máxima Zorreguieta
Si bien los motivos de este mal humor de Máxima Zorreguieta a su llegada al país africano no se conocen. Se especuló que la reina pudo haber tenido un mal viaje, se encontraba indispuesta o simplemente no estaba de humor.
Sea como fuere, la prensa asegura que la monarca debió darse cuenta de su error, ya que su actitud dio un giro radical en pocas horas.
Es que después de descansar y cambiarse, la madre de Amalia de Orange acudió a su primer compromiso sonriente y cercana. Nada parecía indicar que le molestaran las cámaras o las preguntas de los periodistas. De hecho, no dudó en saludar a uno de los anfitriones con gestos informales y unirse a un baile mientras sonaba música local. Moviendo las caderas, levantando los brazos y mostrándose totalmente espontánea.
En su segunda jornada en Johannesburgo, Zorreguieta continuó con su agenda como Defensora Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la Salud Financiera. En concreto, como Presidenta Honoraria de la Alianza Global del G20 para la Inclusión Financiera, y participó en una charla informal del Foro de Finanzas Responsables del G20.
Si bien Máxima tuvo un radical cambio de actitud, el episodio dejó una grieta en la imagen de perfección que suele rodear a la monarca argentina.
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