Vivir en espacios pequeños no tiene por qué ser sinónimo de incomodidad. Con algunos trucos de decoración y diseño, podés hacer que cualquier ambiente —ya sea un monoambiente, un dormitorio o un living chico— parezca más amplio y aireado. La clave está en la luz, los colores y la distribución.
1. Apostá por los colores claros
Los tonos neutros y claros, como el blanco, el beige o el gris suave, reflejan mejor la luz y generan una sensación de amplitud inmediata. Si querés sumar color, hacelo con pequeños detalles decorativos: almohadones, cuadros o plantas.
2. Aprovechá la luz natural
La iluminación natural es el mejor aliado de los espacios chicos. Evitá las cortinas pesadas y optá por telas livianas que dejen pasar la luz. Si el ambiente no tiene mucha entrada de sol, colocá espejos frente a las ventanas: multiplican la luz y crean profundidad visual.
3. Menos es más
Un ambiente sobrecargado siempre se verá más chico. Mantené solo los muebles y objetos necesarios. Elegí piezas multifuncionales —como un sillón cama o una mesa extensible— que te permitan ganar espacio sin resignar comodidad.
4. Elegí muebles livianos y elevados
Los muebles con patas visibles o estructuras livianas, como los de estilo nórdico, dejan ver más superficie de piso y generan una sensación de aire y amplitud. Evitá los muebles pesados y de líneas muy cerradas, que achican visualmente el espacio.
5. Jugá con los espejos y las proporciones
Un espejo grande en la pared puede duplicar visualmente el tamaño del ambiente. También podés usar cuadros o estanterías verticales para atraer la mirada hacia arriba y generar sensación de altura.
6. Mantené el orden a la vista
El desorden es el peor enemigo de los espacios pequeños. Optá por cajas decorativas, muebles con espacio de guardado y estantes abiertos para mantener todo en su lugar sin perder estilo.
7. Cuidá los detalles
Los textiles livianos, las lámparas con luz cálida y las plantas pequeñas suman frescura sin recargar. Un par de alfombras o cortinas en tonos similares pueden unificar el ambiente y hacerlo más armónico.
Transformar un espacio chico no requiere una gran inversión, sino mirar con otros ojos lo que ya tenés. Con estos ajustes simples, tu casa puede sentirse más amplia, luminosa y funcional.
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