Abrir la heladera y encontrar todo en orden no solo es un placer, sino también una estrategia para reducir desperdicios y ahorrar tiempo. La clave está en combinar limpieza, organización y cuidado de los alimentos. Con simples hábitos, podés lograr que tu heladera funcione mejor, dure más limpia y conserve tus comidas por más tiempo.
1. Organizar según tipo de alimento y temperatura
Cada zona de la heladera tiene una temperatura distinta. En la parte superior, donde el frío es menos intenso, conviene colocar alimentos listos para consumir como yogures, sobras o bebidas. En los estantes intermedios se pueden poner lácteos, quesos y huevos. La parte inferior, más fría, es ideal para carnes y pescados, siempre guardados en recipientes herméticos. Las verduras y frutas deben ir en los cajones diseñados para conservar su frescura.
2. Guardar los alimentos correctamente
Usar recipientes herméticos o bolsas reutilizables prolonga la vida útil de los alimentos y evita que se mezclen olores. Además, es recomendable etiquetar con fecha de compra o preparación para saber qué consumir primero y evitar desperdicios.
3. Mantener la heladera limpia
Un repaso semanal es suficiente para mantener la higiene. Retirá los alimentos caducos, limpiá estantes y cajones con agua tibia y jabón neutro, y secalos antes de volver a colocarlos. Una limpieza profunda cada mes ayuda a prevenir malos olores y mantener el aparato en buen estado.
4. Controlar la temperatura y ventilación
La heladera debe estar entre 1 °C y 4 °C, y el freezer a -18 °C. No sobrecargarla permite que el aire circule correctamente y asegura una refrigeración uniforme.
5. Usar trucos caseros contra malos olores
Colocar media taza de bicarbonato en un recipiente abierto dentro de la heladera ayuda a absorber olores. También podés usar rodajas de limón o un recipiente con café molido, que aportan fragancia fresca.
Con estos trucos simples, tu heladera no solo se mantendrá limpia y ordenada, sino que tus alimentos durarán más tiempo. Un poco de organización transforma el día a día en la cocina y evita que la heladera se convierta en un espacio caótico.
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