¿Tu armario está repleto, pero aún así te ataca la frustrante sensación de que no tenés nada que ponerte? El dilema es universal. ¿Ya usaste mil veces ese vestido de moda circular, sentís que no tenés "nada nuevo que estrenar" o que ninguna prenda que elijas vestir te da el boost de adrenalina que necesitás ni te hace sentir como querés?
Muchos lo llaman "dopamine dressing" (dopamina al vestir), esa elección que influye directamente en el bienestar emocional. Ahí tenés un argumento serio para cuando quieren bajarle el precio a tus dudas fashionistas. Sí: según los expertos, las prendas, los colores y estilos no son "caprichos", se asocian a cómo nos percibimos a nosotros mismos y pueden aportarnos confianza, alegría, seguridad, vitalidad y una larga lista de etcéteras. Al fin lo nuestro con la ropa se vuelve un tema serio de una vez... ¿no?
A propósito, Natalia Cebrián, reconocida asesora de imagen e influencer española (tiene casi 700k de seguidores en Instagram), diseñó un método fácil a la hora de encontrar tu estilo personal. Y su enfoque es radical: la transformación de la imagen comienza en el interior. Según Cebrián, este proceso es mucho más profundo que un simple manual de moda. Para ella, escribir ¡No tengo nada que ponerme! fue un camino personal de desarrollo.

"En mi caso, este libro me sirvió para reencontrarme después de mi divorcio", confiesa en diálogo con GENTE, al desgranar el sistema que diseñó para que nuestra relación con el closet sea menos tóxica. Su filosofía central es clara: la imagen personal, según sus palabras, se relaciona más con "nuestro interior que con nuestro exterior". Por eso, brinda su conocimiento, sirve moda y adelanta: "Si sentís que no tenés nada que ponerte, la solución no está en comprar más, sino en conocerte mejor".
Los 7 pilares para "transformar tu armario, tu actitud y tu imagen", según Cebrián
En charla con este medio, la influencer advierte cuál es el peor error en la dura faena de lookearnos: imitar ciegamente a otros, tal como proponen algunos trends en TikTok, por ejemplo. Ella aclara que el estilo debe ser un reflejo auténtico, no una copia. "Una de las mayores lecciones que he aprendido es que no debemos empezar por el exterior sino por el interior", asegura.

Paso 1: Conocerse a sí misma
El primer paso de su método titulado "Encuentra tu estilo" es puramente introspectivo. Si querés definirlo, primero tenés que indagar en vos misma. ¿A qué atender, según explica en su libro? Descubrí y honra tus virtudes: "Identificá tus puntos fuertes (cualidades innatas o adquiridas) y sentite orgullosa de ellos". Para ir al grano y recordar tu potencial, Cebrián recomienda hacer un "vision board" (sí, los famosos tapices o collages que suelen usarse para manifestar deseos).
Otra de las cosas fundamentales, sostiene, es "desterrar creencias limitantes". Ahí se refiere a esas frases negativas que te frenan mentalmente y no te dejan evolucionar. Para el caso: "Nada me queda bien". Natalia explica que hay que deshacerse de esas limitaciones y que "para poder definir tu estilo, primero necesitás conocerte, descubrirte y tener claro qué querés transmitir con tu imagen". A partir de ahí, listos los cimientos, cuenta, "se puede seguir construyendo el resto".
Paso 2: conocé tu cuerpo y reconciliate con tu reflejo
Los detalles a tener en cuenta en este segundo paso, según Nat:
Aprovechar la morfología: usar la morfología para clasificar tu silueta. El objetivo es buscar la "armonía visual y realzar tus proporciones".
La moda es una cuestión de actitud: "Este método no va de talles. La clave es la actitud y la seguridad que proyectás", plantea.
Según Cebrián, las afirmaciones positivas son clave a la hora de ayudarnos a reconciliarnos con el reflejo o simplemente a ser menos críticas. "Una vez empieces a sentirte algo más cómoda con tu reflejo, practicá la aceptación, creá afirmaciones positivas y repítelas en tu cabeza mientras te mirás al espejo. 'Me acepto tal como soy en este momento', por poner un ejemplo, es una frase de aceptación muy potente", destaca la asesora de moda.

Paso 3: definí tu estilo y encontrá tu inspiración
El estilo es único e irrepetible, como vos misma. "Definí qué querés mostrar al mundo buscando referentes que te inspiren, no que te esclavicen", sentencia Cebrián, y apunta dos claves vitales.
Inspirate, no copies: "Analizá a quienes admirás por su elegancia, carácter o actitud. No se vale copiar, muy distinto es inspirarse", asegura. Y ejemplifica con el caso de una de sus asesoradas que pretendía tener el estilo de Victoria Beckham. "Lo paradójico es que su closet estaba lleno de tacones increíbles pero no se los podía poner jamás porque en su trabajo tenía que ir corriendo de un lugar al otro", puntualiza.
Alinear interior y exterior. La experta plantea que "las cualidades que admirás en tus referentes ya residen en vos; sólo necesitás alinear tu interior con la imagen que proyectás".

Paso 4: organizá tu armario
Tu armario es un reflejo directo de tu estado interior. La experta señala que una vez que definiste qué deseás comunicar es momento "de convertir tu closet en un aliado que trabaje a tu favor". Y sí: eso también incluye seleccionar y descartar lo que no funciona.
A continuación, sintetiza para GENTE la parte central de su método con una serie de tips de lo más funcionales.
El método de las 3 P (preguntas). "Vaciá todo y clasificá la ropa en tres montones: 1) Jamás de los jamases (la que no usás nunca), 2) Ahora mismo no (ropa para guardar aparte y revisar en un año), y 3) No sé cómo usarlas (prendas que te gustan pero que tenés que experimentar para ver si las incorporás)". Ahí comienza el verdadero juego: discriminar qué ya no funciona más para la nueva versión que decidiste encarnar. Algo que es muy habitual de hacer en esta etapa del año, en épocas de nuevos comienzos.
Fondo de armario consciente: centrate en la calidad sobre la cantidad con prendas básicas y versátiles que se adapten a varios estilos. Ahí menciona desde la camisa blanca y los jeans, que favorecen a cualquier silueta, como los blazers, un cashmere de calidad, un trench, unos mocasines. Los ítems eternos que nunca fallan.

Paso 5: conocé tus colores y vestite con intención
La colorimetría no solo define qué colores te favorecen físicamente (plano objetivo), sino que también analiza su impacto emocional (plano subjetivo).
Vestir con emoción o intención. "Preguntate si querés vestir para reflejar cómo te sentís (emoción) o para influir en tu estado de ánimo o el de otros (intención). Por ejemplo, podés usar un color vibrante para contrarrestar la tristeza", explica Natalia.
Y ejemplifica: "Se dice, por ejemplo, que el color azul transmite sensación de calma y tranquilidad y que puede tener un efecto relajante en el cuerpo y la mente; mientras que el blanco aporta frescura y claridad, y el morado fomenta la expresión artística".
Usá el color a tu favor. "Introducí el color en accesorios o seguí la "regla de los tres colores" para crear un outfit armónico. En este sentido, la experta se refiere a la técnica de estilismo que consiste, sencillamente, en utilizar siempre tres colores para tu outfit con el fin de crear un conjunto equilibrado.

Paso 6: conocé tu entorno y elegí ropa acorde a tu vida
Según explica la creadora digital, en este paso tenés que asegurarte de que tu armario esté adaptado a tu estilo de vida. Si tus aspiraciones de vestuario no son realistas para tu rutina diaria, seguirás sintiendo que no tenés nada que ponerte.
Clasifica tus escenarios: "Dividí tu vida en cuatro entornos principales: trabajo, familia y amigos, deporte y ocio".
Códigos de vestimenta (Dress Codes): "Identificá qué tipo de atuendo requiere cada escenario: informal (casual), formal o de ocasiones especiales (dress up). Así podrás comprobar si tenés la proporción adecuada de prendas en tu armario para los contextos en los que más te movés".
Paso 7: aprendé a comprar. Las claves del shopping consciente
Este es el último paso, el que asegura que cada compra sea una inversión inteligente.
La Regla de Oro (6 Preguntas): Antes de comprar de forma impulsiva, revisá mentalmente tu armario y hacete estas seis preguntas sobre la prenda: "1. ¿Es una tendencia o un fondo de armario? 2. ¿Combina con al menos cinco prendas que ya tengo? 3. ¿Me siento cómoda con ella? 4. ¿Tengo algo parecido? 5. ¿Refleja la imagen que quiero transmitir? 6. ¿Potencia mi silueta y colorimetría?".
El Tip 3L (La Triple L): "Una de mis favoritas es la triple 3L: antes de comprar cualquier prenda debes imaginarte 3 looks diferentes", plantea Cebrián en diálogo con GENTE. Si no lográs crear tres combinaciones rápidamente, es mejor desistir de la idea.

Del protocolo perfecto en eventos a las 3 prendas comodín que no te pueden faltar
–¿Cuál es la situación que más se te repite a la hora de vestirte para un gran evento?
–Me encanta el protocolo y respetarlo, así que ante cualquier gran evento siempre sigo el dress code, analizo el tiempo y el espacio. Con esas tres variables sé que el vestido que elija será el correcto. Pero, sobre todo, me visto sintiéndome cómoda, porque la actitud es la clave de cualquier look.
–¿Qué fue lo que te hizo darte cuenta de que vos tampoco “tenías nada que ponerte” y cómo cambió tu estilo desde ese momento?
–Me ha pasado en muchas ocasiones y me sigue pasando. Por eso es un libro pensado para decorar –porque quería que fuera estéticamente lindo para tener en el coffee table–, pero también para tenerlo en la mesita de luz, releer y consultar cada vez que volvés a decir esa frase. Para mí, escribir este libro fue mi propio proceso de desarrollo y reinvención. Conozco cada paso porque lo atravesé en primera persona y sé cuál es el resultado de aplicarlo.
–Si sólo pudieras quedarte con tres prendas de tu armario, ¿cuáles serían y por qué?
–Me encantan los uniformes y la comodidad, así que elegiría unos jeans, una camiseta blanca 100 por ciento algodón y unas gafas de sol. No puedo vivir sin gafas de sol y creo que elevan cualquier look básico.
Fotos: Equipo de Natalia Cebrián y Natalia Vázquez (VR Editoras).
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