Turmalina es una buena, muy buena, que pelea contra un malo muy malo que quiere atacar el medio ambiente.
Turmalina dispara rayos con los cuernitos que lleva en la cabeza. El malo muy malo cae vencido y con su capa de villano termina quitándole el petróleo del lomo a un pingüino. Fin. Turmalina es Natalia Oreiro. O mejor, Turmalina es un personaje creado y encarnado por Natalia Oreiro para el videoclip de Que digan lo que quieran, el primer corte de su último disco: Turmalina.
"Para este video trabajaron 60 personas y se invirtieron mil horas de posproducción. Quisimos demostrar que en la Argentina de hoy, a pesar de todo, se pueden hacer cosas". La sonrisa con la que Oreiro lo dice se impone por encima de cierto agotamiento: a las 10 de la mañana llegó hasta Metrovisión, la productora del clip. Son las 20:30 y sigue mirando grabadores que se encienden y se apagan a su alrededor. En un sofá, lejos pero cerca, como escondido, Ricardo Mollo habla bajito sobre números y discográficas.
Innegablemente, Turmalina suena más rockero. Guitarras al frente, bases fuertes… ¿la influencia Mollo? Natalia responde: "Ricardo me brindó su apoyo incondicional, eso lo sentí en todo momento. Desde luego que no me puedo olvidar de que es un excelente guitarrista y músico, pero su apoyo fue como mi pareja, no como músico".
-¿No hay influencia, entonces?
-Cada cosa que se me ocurría, se la mostraba, sin dudas. Yo comparto todo con él, no sólo mi trabajo, sino mi vida, y mi trabajo es una parte de mi vida, está dentro de ella. Pero este disco no tiene la influencia de él. Ojo, tampoco me desagrada la idea de estar influida por Ricardo, quizá más adelante.
El pelo rojo fuerte y un flequillo nuevo diseño. La actual imagen de Natalia, más sexy que nunca.