"La tendencia para el invierno 2001 es una silueta longilínea y desestructurada que marca levemente la línea del busto", explica Mariana Tawil, gerente de estilo y producto de la firma. La originalidad reside en el corte, sin detalles superfluos. Para este invierno, el escocés es indispensable. Se impone en forma total o combinado con telas como el tweed. Los colores que definen la colección son el caoba, verde manzana, rojo, marrón tierra, marfil y las gamas de la malva y las resinas. Reflejan un ambiente británico, con t
onos verde bronce, uva, naranja, lima y rosa viejo. En cuanto a las formas, resurge la pollera pantalón de los 70. Las faldas retornan con los tres largos diferentes: mini, a la rodilla y largas. Los pantalones son de línea amplia y también hay tops de tricot en lana mélange, cortos y entallados, que se abotonan con ganchos vistosos o broches a presión. En la línea soirée se destacan los conjuntos de pantalón y saco, los vestidos de sisa americana en muselina de seda largos a la rodilla y los bustiers con breteles finos y cárdigans con paillettes.
Top y chal con detalles bordados, ambos de mohair tejido muy fino
Suéter de lana merino, con detalle en jacquard, y en escote, puños y bajo, galón en crochet.
Suéter polera con fantasía de rayas y bufanda, todo en lana y alpaca.
