La Justicia confirmó este martes la detención de Tony Janzen Valverde Victoriano, alias Pequeño Jota, el narco peruano de 20 años acusado de ser el autor intelectual del triple femicidio que conmocionó a Florencio Varela. El arresto se produjo en Lima, Perú, en el marco de un operativo conjunto entre la Policía Nacional peruana, Interpol y la Policía Bonaerense.
Valverde Victoriano era intensamente buscado desde que se lo identificó como el “cerebro” detrás del asesinato de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), quienes fueron torturadas, asesinadas y enterradas en el patio de una vivienda el pasado 19 de septiembre. Según la investigación, Pequeño Jota habría ordenado el crimen como represalia por un supuesto robo de dinero y drogas, y hasta habría planificado su transmisión en vivo en redes sociales para enviar un mensaje dentro de la estructura narco.
La detención se concretó apenas una hora después de que también fuera capturado en Lima su mano derecha, Matías Agustín Ozorio, considerado el número dos de la organización. Con estas dos nuevas capturas, ya son nueve los detenidos en el marco de la causa, que está caratulada como homicidio calificado por premeditación, alevosía, ensañamiento y violencia de género.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró el operativo y confirmó que se está trabajando en la extradición de los dos principales sospechosos a la Argentina. “Estamos trabajando para que enfrenten a la Justicia por el triple crimen”, publicó en sus redes sociales.
Entre los detenidos también se encuentra Víctor Lázaro Sotacuro, capturado días atrás en Bolivia, señalado como uno de los conductores que trasladó a las víctimas. Además, fueron arrestados otros presuntos integrantes de la banda, incluyendo a quienes habrían cavado la fosa donde se enterraron los cuerpos.
La investigación apunta a que Pequeño Jota pretendía expandir su red de venta de drogas desde el Bajo Flores hacia Florencio Varela. Según el ministro bonaerense Javier Alonso, el acusado “quería ganar territorio y dejó un mensaje de terror con las muertes”. Lo describió como “un sádico” y “terriblemente cruel”.
El caso sigue generando conmoción y repudio. Las familias de las víctimas exigen justicia y protección, mientras el expediente avanza con nuevos testimonios y pericias. La captura de Pequeño Jota representa un paso clave en el esclarecimiento de uno de los crímenes más brutales del año.
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