Más de una vez las puertas de la Mansión Álzaga Unzué estuvieron repletas de paparazzi y fans que, limitados por las históricas rejas negras, gritaban enloquecidos desde la vereda el nombre de sus ídolos.
Puertas adentro, personajes como Taylor Swift, Madonna, Mick Jagger, Luis Miguel y los Rolling Stones encontraron entre sus paredes y sus escalinatas de mármol un refugio y un lugar de inspiración.

Pero en este octubre de 2025 algo cambio, y es que sobre el techo de la Mansión del Four Seasons Buenos Aires ya no sólo hay estrellas, ahora también hay zanahorias, remolachas, acelgas, lechugas moradas, kale, rúcula y un arsenal de aromáticas -menta, perejil, orégano, romero, albahaca y ciboulette-.
¿Es la huerta más chic de Buenos Aires?
Ubicada en uno de los barrios más aristocráticos del país y sobre una joya arquitectónica que seduce a celebridades y miembros de la realeza por igual, está huerta tiene todo para serlo.

Eso sí, Gabriel Oliveri, el director de Marketing del hotel, aseguró que esta inauguración es parte de su compromiso con la sustentabilidad y que "el mayor lujo es cuidar al Planeta en el que vivimos".
Un pulmón verde a cielo abierto
La nueva huerta se diseñó con sistema hidropónico recirculante que genera una producción estable y limpia, con control fino de riego y nutrientes, y un uso de espacio eficiente ideal para terrazas y techos urbanos.



En gastronomía, la hidroponia acerca la huerta al plato: hojas y hierbas recién cortadas llegan con más textura, aroma y vida útil, y los chefs pueden planificar cosechas a medida de cada carta o temporada.
Además, en coctelería, la huerta suma un plus creativo: mentas, albahacas y cilantro cosechados en terraza marcan la diferencia en tragos de autor.


De la huerta al plato
La idea, cuentan puertas adentro, es que el producto llegue horas después de ser cortado a los platos de los restaurantes del complejo (Elena -destacado este año por segundo año consecutivo por la Guía Michelin-, Nuestro Secreto y Pony Line).

De hecho, el chef ejecutivo Juan Gaffuri comentó que cada producto fue elegido en función de las necesidades de sus cocinas y sus barras.
"Vamos a utilizar absolutamente todos los ingredientes de la huerta", afirmó contento con la novedad que le brinda a los cocineros la ventaja creativa de planificar siembras según carta, y la de poder pedir variedades específicas.
Todo, con un plus de trazabilidad y cero kilómetros de traslado: de la terraza a la mise en place.

2025: el año de la Mansión
... Y no lo decimos por los encuentros que tuvieron lugar entre sus paredes o por los visitantes que se alojaron allí o los que se alojarán en los meses que quedan, sino por el meticuloso trabajo de restauración artesanal y puesta en valor que tuvo: se restauraron los pisos de roble francés, se pulieron todos los mármoles italianos, se pulió la fachada, se restauraron los techos de tejas francesas, se lustraron los bronces de barandas, picaportes y herrajes, y se llevó a cabo un nuevo diseño de iluminación exterior que realza la postal de este ícono porteño por las noches.
Además, la reconocida restauradora Fernanda González -quien también intervino el Teatro Colón- restauró los dorados con oro a la hoja mientras se confeccionaban alfombras con el patrón histórico de la Mansión y nuevas cortinas en shantung de seda importada con pasamanería tejida a mano.

Ahora, es curioso pensar que la próxima vez que venga Madonna -quien ya eligió este hotel tres veces: en 1996 cuando rodó Evita; en 2008, durante la gira Sticky & Sweet, y en 2012, cuando llegó al país con su MDNA Tour-, se enterará es que la Mansión ahora tiene más frescura, más vida y más verde que antes.
Seguramente ella, como tantos otros, encontrarán algo casi cinematográfico en saber que, mientras en la Mansión se sueña, sobre su techo icónico una huerta estará creciendo en silencio iluminada por las estrellas.

Fotos: Gentileza Four Seasons Hotel Buenos Aires y redes sociales
Agradecemos a Delfina Daponte


