Fue un mazazo. El 17 de septiembre, en horas de la noche, en un accidente en el puerto de Venecia a bordo de la lancha offshore La Gran Argentina, murieron Fabio Buzzi, de 76 años, y Luca Nicolini, de 57, íntimos amigos del diputado nacional Daniel Scioli, que viajó a fines de la semana pasada para estar en el velatorio y entierro del primero, mientras que el segundo fue cremado. La demora entre el accidente y las exequias se debió a que la Justicia italiana no entregó los cuerpos a los familiares hasta conocer los motivos exactos que provocaron el accidente.
Buzzi y Nicolini, junto al holandés Erik Hoorn (directivo de Fiat) y Mario Invernizzi (57, el único sobreviviente), llegaban al destino intentando batir el récord de velocidad entre Montecarlo y Venezia. La oscuridad no les permitió observar que antes de la boca de entrada al puerto se hallaba una escollera de piedra artificial de reciente construcción. El impacto fue tremendo. Sólo Invernizzi se salvó porque salió despedido de la embarcación. Buzzi era diseñador de embarcaciones para alta competencia y también de uso militar.
En diálogo con GENTE, Scioli señaló: “Buzzi era como un padre para mí, y Nicolini, como un hermano. Siento una profunda tristeza. Desde el ’85 que lo conozco. Hemos pasado muchas cosas juntos. Y no sólo cuando corría, sino después. Fabio estuvo conmigo cuando alcancé la vicepresidencia con Néstor Kirchner en el 2003, nos acamos una foto junto a Fidel Castro. Y él y su esposa, Brunella, me acompañaron en el 2013 cuando fui a visitar al Papa”.
Hace 30 años, cuando Scioli sufrió el accidente en el que perdió su brazo derecho en el Paraná, su acompañante era Luca Nicolini. En esta oportunidad, Scioli casi los acompaña en esta carrera contra el tiempo: “Estuve hace quince días con ellos, y me invitaron a subirme a la lancha, que aunque tenía otra pintura, otra cúpula y motores Fiat, era La Gran Argentina que yo conducía cuando competía en off-shore. Como tenía que regresar al país, les dije que no”.