Casualidad o coincidencia, se cumple un año desde la despedida de Diana Zurco del Noticiero Central de Televisión Pública, canal que marcó un hito mundial en la comunidad trans al darle la oportunidad de la conducción a una persona del colectivo, noticia que atravesó fronteras y llegó hasta al New York Times. Hoy, la periodista regresa triunfal a la pantalla chica de la mano de Crónica TV en un proyecto temporal pero cargado de desafíos, tal y como se lo remarca a revista GENTE.
"Volver a tener minutos de pantalla en vivo es muy especial para mí, porque es la oportunidad de volver a acercarme a la gente desde un canal popular y con toda la trayectoria que tiene", admite notablemente emocionada, al contar que estará comandando temporariamente El run run del espectáculo, ciclo de espectáculo y actualidad que conducen Fernando Piaggio y Lío Pecoraro.
Asimismo, en el marco del Día de la Visiblidad Trans, la reconocida periodista comparte su visión de los desafíos que enfrenta la comunidad, hace un análisis de la preocupante libertad de expresión en la sociedad e insta al Gobierno a "bajar los decibeles".
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-Regresaste a la televisión y de la mano de un ciclo como El run run del espectáculo que te muestra desde otro lugar en tu faceta periodística. ¿Cuáles son tus sensaciones?
-Estoy muy contenta, primero porque es trabajo, y si bien es un reemplazo de conducción en Cronica TV, durante las vacaciones de los conductores, Fernando Piaggio y Lío Pecoraro, es todo un desafío porque es un programa con un formato establecido. Pero creo que el componente que lo hace interesante para mí es que es un programa de espectáculos y actualidad, alguna vez hice columnas de espectáculo en Radio Ciudad, y esta es como la oportunidad de hacerla en televisión en vivo de sábado a domingo.
-¿Te estuviste preparando o tuviste pruebas?
-Bueno, tuvimos reuniones con producción y equipo fuera del estudio, pero al Cronica transmitir en vivo constantemente, no tuvimos oportunidad de ensayo en estudio, así que durante los primeros minutos de vuelo al aire, se irán acomodando.
-¿Preguntaste de cómo salió tu nombre para hacer el reemplazo?
-Fue una decisión en conjunto, por lo que me contaron. La idea la plantearon los conductores y luego la productora y el canal terminaron de dar luz verde a la propuesta, porque es una coproducción.
-¿Tenías algún vínculo con Fernando Piaggio y Lío Pecoraro?
-Los conocí un día que me invitaron al programa, junto con otras personas, para hablar de la marcha antifascista para defender a la comunidad gay y rechazar las estigmatizaciones que hizo el presidente en su contra, y después me preguntaron por mi despido o en realidad la no renovación de mi contrato en TV Pública, que fue hace exactamente un año, después de cuatro de haber estado al aire.

-Bueno, en su momento hubo una lectura o se deslizó que podría haber sido un caso de transfobia…
-Yo creo que eso queda a impresion del resto. Yo no me quiero poner en esa situación de "me despidieron por ser trans", lo que pasa es que la visión que tiene el Gobierno para con la colectividad LGBTIQ+ habla mucho más de ellos que de la propia comunidad LGBTIQ+. Es decir, ahí se da una crítica que se da sola.
-Más allá del Gobierno de turno, estuviste 4 años en TV Pública. ¿Qué sentiste tras quedar fuera? ¿Hubo miedos, capaz creer que tu paso por la TV estaba terminado?
-Mirá, si bien yo sabía que podía pasar, porque cada gestión que llega, por lógicas razones, suele hacer este tipo de reestructuración, y yo no me voy a desentender de eso, nadie debería. Pero te digo, no sentí bronca, sino tristeza.
-Recuerdo que tuviste una despedida en la que se te vio optimista, y a diferencia de otros casos, no apuntaste contra el Gobierno o no se te vio enojada.
-Amo lo que hago, y me gustan todas las ramas de mi profesión. Hago doblaje, recién hice mi primer trabajo importante para una serie de HBO, Ciudad de Dios. Siempre fui una laburante, la radio no la dejé nunca. Es decir, entendía que en ese momento dejaba la TV, pero yo tenía otros trabajos relacionados a mi profesión que me generaban la misma pasión. Fue una especie de sensaciones encontradas.
-Se cumplió un año de aquella despedida. ¿Creíste que ibas a volver antes o qué iba a pasar mucho más tiempo fuera del aire?
-Te puedo decir que nunca se me cruzo por la mente que no iba a volver a la pantalla chica.
-Si bien siempre te mostrás respetuosa con la decisión democrática y popular de la gente ¿Hay alguna crítica que tengas para con el gobierno de Javier Milei?
-Así es, soy muy respetuosa con eso, trato de ser lo más objetiva posible, y soy de la idea que quiero que a Argentina le vaya bien siempre, no importa el Gobierno que sea. Mi única crítica es el nivel de violencia que se empezó a percibir, y sostengo que se debe bajar los decibeles. Una sociedad no puede vivir mucho tiempo con un clima de violencia, de estigmatización, con discursos de odio, ahí es donde coincidimos la mayoría. Yo tengo confianza, sigo siendo optimista, creo que el Gobierno, en esa praxis de gobierno, como la puede tener cualquier gestión, tiene que ir tomando nota y tratar de equilibrar.

-¿Sentís que lo están haciendo?
-Por momentos pareciese que sí, que se recula, que se vuelve atrás. El propio Presidente y parte de su gabinete salió a decir que no se entendió lo que quisieron decir… Mi lectura ante eso, siempre optimista por supuesto, es que, a su modo, hubo una especie de tratar de corregir lo que se dijo.
-Tras tu salida del noticiero, ¿recibiste ofertas o te planteaste abocarte a otra cosa?
-Recibí algunas propuestas, no para televisión, pero sí para hacer streaming, un lenguaje que no había hecho nunca, pero que me parece interesante. Fueron dos ofertas, hubo una que me llamó mucho la atención, pero te voy a ser sincera, yo necesitaba descansar y tomarme un tiempo para mí y hasta para pensar mejor. Y esto, te aclaro, perder el trabajo en la TV me significó mucho, porque yo no cobraba sueldos de privilegio, eso lo quiero remarcar.
-Recuerdo que en la nota de tapa que hicimos en 2022, señalaste que tenías varios trabajos: locución, radio, freelance en el sector de publicidad y otros tantos.
-Sí, yo cobraba el sueldo que correspondía, uno normal, y después tenía mi trabajo en Radio Ciudad, de hace 10 años, y otros más como oradora.
-Últimamente se habla mucho del cupo laboral trans, señalan que en este último tiempo hubo muchos despidos. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
-Mirá, yo agradezco mucho la oportunidad de tener voz y ser visible en un canal tan popular como lo es Crónica TV, porque lo que se percibe también es que se fue acotando la participación de las personas trans en los medios públicos.
-Vos marcaste un hito internacional al ser la primera conductora trans en un noticiero federal de un país.
-Sí, tuvo un impacto mundial. Recuerdo que la noticia llegó hasta el New York Times. Creo que se dio en un contexto en el que el mundo mostraba esta idea de romper o cambiar paradigmas, sobre todo con un espíritu que venía creciendo sobre la necesidad de reconocer los géneros, y hacer ese cambio social en el que históricamente hay una visión machista del mundo, algo cultural que comenzó a interpelarse, una lucha desde los sectores de los derechos humanos, con el reconocimiento de los derechos y las libertades de las personas de las personas de la comunidad y la perspectiva de género, entre otras cosas. Yo siempre digo, no tendría que haber sido noticia, si pensamos desde una cabeza idealista en el que en el mundo no necesitamos ni siquiera un cupo laboral trans para tener las mismas oportunidades, ley que está en riesgo en Argentina y que preocupa a la comunidad trans de que sea derogada.

-Recuerdo que también comentaste anteriormente que no debería existir esa ley, y que todos deberíamos contar con las mismas oportunidades.
-Yo defendí la medida siempre, aunque yo no haya entrado a mi trabajo por el cupo laboral trans. Pero creo que es la herramienta para el cambio. Porque la mayoría de las personas de la colectividad trans no tienen las mismas oportunidades: pensemos que muchas son echadas a la calle, muchas historias trans están marcadas por la exclusión de las familias a temprana edad. Pensemos qué chico/chica de 12-14 años va a poder trabajar o estudiar si tiene una exclusión casi que desde la cuna, ahí es donde se debe tener una visión colectiva y entender qué pasa con las historias del colectivo como para entender por qué un cupo laboral trans.
-Sos una figura y referente de cierto modo del colectivo trans. ¿Te sentís atacada o te agreden cada que salís a hablar sobre estos temas?
-Toda mi vida fui señalada y víctima de ataques, desde la época que estudiaba, como cualquier persona trans. Imaginate que recién me enteré que cuando debuté en el noticiero de Televisión Pública mucha gente se comunicó al canal para preguntar por qué me habían puesto. La pregunta es: ¿Por qué no? Una trans entre tantos empleados, y una ya molesta. En cuanto a los ataques de redes, yo creo que últimamente se estigmatizan pensamientos individuales y colectivos cuando hablamos de afinidades políticas, yo no pertenezco a ningún espacio, ni agrupación, hablo desde mí, desde mi historia, pero yo quiero una sociedad democrática donde todas podamos expresarnos y no donde algunos anulen a otros. Porque hoy pareciese que hablar está como vedado, porque vos defendés un criterio, y ya te tildan de socialista, izquierdista, comunista.
-¿Cómo te sentís hoy?
-Me lo preguntaron el otro día justo en el programa que voy a conducir, El run run del espectáculo, les dije: soy una persona que cuando llega a su casa apoya la cabeza sobre la almohada y duerme tranquila.
-¿Un mensaje que quieras dejar en el Día de la Visibilidad Trans?
-Voy a parafrasear algo que le escuché a Costa decir en el programa de Andy: “Que seamos muchas más en los medios, y no sólo Diana Zurco, Lizy Tagliani, Flor de la V, porque nosotras somos la excepción a la regla. Bueno, que dejemos de ser la excepción a la regla”. Coincido absolutamente, porque nuestra realidad no es la misma que la de la mayoría de las personas trans que muchas sobreviven en el ejercicio de la prostitución porque son realidades totalmente distintas y precarias.
Fotos: Chris Beliera