El Club Atlético Boca Juniors emitió este lunes 6 de octubre su primer comunicado oficial sobre el delicado estado de salud de Miguel Ángel Russo, el histórico entrenador xeneize, generando conmoción y preocupación en todo el mundo del fútbol argentino.
El mensaje, difundido en las redes oficiales de la institución y firmado por la dirigencia que encabeza Juan Román Riquelme, fue breve pero contundente: “El Club Atlético Boca Juniors informa que Miguel Ángel Russo se encuentra cursando una internación domiciliaria con pronóstico reservado, recibiendo atención permanente de su equipo médico y del cuerpo médico del Club. Acompañamos a Miguel y su familia en este momento”, indicó el comunicado.

La confirmación del parte médico oficial llegó después de varias horas de incertidumbre, en las que tanto los hinchas como el entorno del club manifestaron su preocupación. Desde temprano, fuentes cercanas a la dirigencia habían dejado trascender que el estado de salud de Russo se había deteriorado en los últimos días, motivo por el cual el entrenador no había podido asistir a los entrenamientos ni al banco de suplentes en los dos últimos partidos del campeonato.
El domingo, en la goleada de Boca sobre Newell’s en La Bombonera, Russo volvió a estar ausente, lo que alimentó las versiones sobre su cuadro clínico. Días antes, había faltado también al encuentro ante Central Córdoba, y su última aparición pública había sido el martes 23 de septiembre, cuando se lo vio en el predio de Ezeiza supervisando una práctica del plantel profesional.
Según trascendió, el técnico de 69 años permanece bajo internación domiciliaria, atendido por su equipo médico personal y el cuerpo médico de Boca. El motivo de su prolongada ausencia estaría vinculado a una enfermedad de base que viene combatiendo desde hace varios años.

La historia clínica de Miguel Ángel Russo
Russo fue diagnosticado en 2017, mientras dirigía a Millonarios de Colombia, con cáncer de vejiga y de próstata. En aquel momento, atravesó dos cirugías y un tratamiento de quimioterapia, del que logró una recuperación que le permitió volver al ruedo y consagrarse nuevamente campeón con Boca en 2020.
Sin embargo, en los últimos meses su salud se habría visto nuevamente afectada. En septiembre, fue atendido en más de una oportunidad en el Sanatorio Fleni, primero por una infección urinaria y luego por un cuadro de deshidratación. Ambas internaciones ocurrieron en días posteriores al empate ante Central Córdoba, partido que lo tuvo dirigiendo visiblemente debilitado.
A lo largo de su carrera, Miguel Ángel Russo se consolidó como uno de los técnicos más queridos y respetados del fútbol argentino. En Boca dejó una huella imborrable: fue el entrenador que llevó al club a ganar la Copa Libertadores 2007, junto a Juan Román Riquelme en su máximo esplendor futbolístico.
El comunicado del club generó una ola de mensajes de aliento en redes sociales, tanto de hinchas como de figuras del deporte. Exjugadores, entrenadores y colegas expresaron su apoyo con un mismo deseo: la pronta recuperación del DT.
En un contexto de profunda preocupación, Boca optó por el silencio institucional hasta contar con información precisa del equipo médico que lo atiende. El mensaje publicado este lunes marcó el primer pronunciamiento oficial del club sobre la situación, y dejó en claro que Russo atraviesa un momento delicado, acompañado de cerca por su familia, su cuerpo técnico y la dirigencia.
Mientras el fútbol argentino aguarda novedades, el mensaje que domina el ambiente es uno solo: fuerza, Miguel.
