Una mujer policía mató de dos disparos a su ex pareja, denunciado por abuso sexual y violencia de género, luego de que él irrumpiera en su vivienda y la atacara con un cuchillo tipo carnicero. El hecho ocurrió este miércoles en el barrio porteño de Caballito y conmocionó a los vecinos de la zona.
El episodio tuvo lugar alrededor del mediodía en un departamento de la calle Cachimayo al 100, donde la oficial —de 31 años e integrante de la División Sustracción de Automotores de la Policía Federal Argentina— vivía junto a sus dos hijas pequeñas.
Según informaron fuentes policiales, el hombre, de 36 años y nacionalidad paraguaya, había mantenido una relación conflictiva con la mujer y contaba con antecedentes por violencia de género. Además, pesaba sobre él una denuncia por abuso sexual contra la hija mayor y una restricción perimetral que había vencido hace poco y durante meses le había impedido acercarse al domicilio familiar.
De acuerdo con la investigación, el agresor llegó al edificio sin previo aviso, subió al departamento y comenzó una violenta discusión con su ex pareja. En medio del forcejeo, la tiró al piso y la atacó con el arma blanca. En ese momento, la mujer logró alcanzar su pistola reglamentaria Bersa Mini Thunder 9 mm y disparó dos veces contra el hombre, provocándole la muerte en el acto.
Herida en la pierna izquierda, la oficial salió del departamento y pidió ayuda a un vecino, a quien le explicó que tenía una lesión de bala. El hombre inmediatamente llamó al 911.
Personal de la Comisaría Vecinal 6B llegó al lugar junto con una ambulancia del SAME. Los efectivos encontraron a la mujer con una herida de bala en el muslo, producto del forcejeo, y la trasladaron de urgencia al Hospital Durand, donde fue operada y se recuperaba favorablemente.
Durante la inspección de la vivienda, los peritos hallaron el cuerpo del agresor tendido en el suelo, con dos impactos de bala en el pecho, y a su lado la pistola Bersa. En otra habitación se encontraban las dos niñas, que estaban dormidas y resultaron ilesas.
En la escena, los investigadores secuestraron dos vainas servidas, dos proyectiles 9 milímetros, tres teléfonos celulares destruidos —dos pertenecientes a la mujer y uno al agresor—, un cuchillo tipo carnicero, una billetera con documentación y el aparato DVR donde se grababan las cámaras de seguridad del edificio.
Fuentes cercanas al caso confirmaron que el hombre tenía una medida de exclusión vigente hasta hace pocos días. “Una vez finalizada, se sintió con libertad para acercarse y fue entonces cuando ocurrió el ataque”, indicaron los investigadores.
La oficial, que había logrado separarse y mudarse al departamento hacía seis meses, se encontraba fuera de peligro. Las hijas quedaron bajo custodia de su familia materna.
El caso quedó en manos de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 8, y la División Homicidios de la Policía Federal trabajaba en la recolección de pruebas para determinar las circunstancias exactas del hecho.
Mientras tanto, el barrio permanecía conmocionado por una historia marcada por violencia previa, denuncias desoídas y un desenlace trágico que podría haber terminado en una nueva víctima de femicidio.
Mirá También
