La investigación por la muerte de Efe Saravoglu, el joven turco de 24 años hallado asesinado en un descampado de Cañuelas, sumó en las últimas horas un elemento explosivo: las cámaras de seguridad revelaron que antes de desaparecer, el joven se subió al auto de un amigo suyo.
Ese mismo hombre, cuya identidad no fue difundida, abandonó la Argentina rumbo a Marruecos pocos días después de la desaparición de Saravoglu y ahora está bajo la lupa de los investigadores.
La última imagen con vida y un teléfono en silencio
Los registros de las cámaras aledañas al hospedaje de Saravoglu, en el barrio porteño de Palermo, permitieron reconstruir uno de sus últimos movimientos. Se lo ve subir a un Peugeot 207 perteneciente a un conocido, quien sería la última persona que quien él estuvo antes de su desaparición.

La pista tecnológica no hizo más que incrementar las sospechas: el celular de este amigo también marcó actividad en la zona de Cañuelas el 28 de octubre, un día después de que el teléfono de Saravoglu dejara de reportar señal en ese mismo lugar. Para los investigadores, la coincidencia temporal y geográfica no fue casual.
El dato más inquietante llegó una semana más tarde. El 7 de noviembre, este mismo hombre tomó un vuelo y salió del país con destino a Marruecos.

La reconstrucción de sus últimas horas
Saravoglu había llegado a la Argentina en septiembre y se alojaba en Palermo. Su familia denunció la desaparición el 27 de octubre, cuando dejó de contestar los mensajes.
Las antenas telefónicas ya habían dado una pista inquietante: al día siguiente, su celular dejó de transmitir señal y la última ubicación registrada fue, justamente, en Cañuelas.
El viernes pasado, los obreros municipales que limpiaban la banquina de la Ruta Nacional 3, a la altura del kilómetro 82,5, encontraron un cuerpo en avanzado estado de descomposición entre los pastizales.
Junto al cadáver, la escena revelaba objetos que no dejaron dudas sobre su identidad: una máscara roja de Spiderman que apareció guardada en un bolsillo, una billetera con dinero, una licencia de conducir turca y una credencial escolar de la infancia de Saravoglu.

Con el hallazgo del cuerpo, la causa quedó en manos de la Fiscalía N.º 2 de Cañuelas, a cargo de Norma Pippo, bajo la carátula de “averiguación de causales de muerte”. La investigación permanece con secreto de sumario.
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