El martes por la madrugada, un llamado alteró la rutina y renovó una esperanza tejida con dolor. Susana Trimarco contó que había recibido información sobre una mujer en Paraguay con rasgos y edad similares a Marita Verón.
“Ayer, anoche a la 1:30 de la mañana recibí una noticia de Asunción del Paraguay, de un pueblo, donde apareció una persona que está perdida de la cabeza, que anda comiendo de los basurales que supuestamente es mi hija… Esa llamada la recibí anoche a la 1 de la mañana y también llamaron a la fundación para que nosotros investiguemos esas cuestiones. Imagínate cómo puedo estar yo, una madre… Ya van a hacer 24 años de la desaparición de mi hija”, dijo la mujer este miércoles en una entrevista para el programa tucumano El Avispero.
La foto que le enviaron le quitó el sueño. “Yo anoche no pude dormir. Me mandaron una foto que no la quiero presentar porque es horrorosa la situación de esa mujer que para mí como madre es como que anoche me clavaron un puñal en el pecho y no puedo dormir pensando que esa persona indigente comiendo de la basura puede ser mi hija”, señaló.
Los 5 pasos para saber si es o no Marita Verón
1) Dar intervención judicial inmediata. “Los abogados de la causa de mi hija pusieron en conocimiento a la Justicia Federal porque dentro de la causa están los ADN, están las huellas dactilares de mi hija para que verifiquemos y veamos porque tenemos que investigar”, explicó. Ese aviso abrió el camino formal para que los oficios se cursaran a las autoridades del país vecino y se habilitaran pericias.
2) Localizar y resguardar a la mujer. La prioridad, planteó, era ubicarla y garantizar su atención médica y contención social. “Vamos a investigar, vamos a llegar a esta persona… llamaron varias veces con mucha insistencia, me llamaron a mí, llamaron a la fundación, escribieron en la página de la fundación, entonces yo consulté y bueno, tenemos que investigar y ver y saber si esa persona es o no es mi hija, porque está en unas condiciones inhumanas, es cuero y hueso esa persona en situación de calle y de que no está bien de la cabeza, pero es una mujer que es más o menos de la misma edad de mi hija, pero parece una persona ultrajada que está desfigurada. Es horroroso”.
3) Verificación de identidad por huellas y ADN. Trimarco insistió en que el expediente ya cuenta con material suficiente para un cotejo rápido. “Yo ahora quiero que se hagan todas las diligencias para que esta esta señora, esta pobre mujer, que ahora supuestamente es mi hija, se le hagan los análisis, que se haga todo, se verifique, se investiguen y bueno, si yo tengo que viajar a verla, que me saquen sangre a mí, pero eso no es necesario porque dentro de la causa están los ADN de Micaelita, de mi esposo que falleció…”.
4) Coordinación internacional y eventuales traslados. Si la Justicia lo dispusiera, Susana está dispuesta a moverse. El objetivo, subrayó, es acelerar sin saltear instancias: primero la identificación, luego las decisiones de fondo.
5) Plazos y ansiedad. “¿Hay tiempo estimado, Susana, para tener mayor certeza sobre sobre este dato?”, le consultaron. La respuesta, entre realismo y urgencia, llegó sin rodeos: “Esto surgió esta semana y la Justicia es lenta: hasta que hagan todo, ordenen, manden allá, vayan y yo pienso, qué sé yo, pasará una semana, yo quiero lo más pronto posible porque ya se van a cumplir 24 años de que mi hija está desaparecida…”.
Detrás de esos pasos hubo dos certezas que Susana repitió en toda la entrevista: investigar con método y resguardar la dignidad de quien aparece en la foto. En la voz de Trimarco convivieron la esperanza y la cautela. La pista podría derivar en una confirmación o en otro callejón sin salida. El procedimiento ya está en marcha.
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