Con la filmación de la esperadísima segunda temporada de Luis Miguel en pausa (“parar un rodaje así fue una locura, pero volveremos cuando esté todo seguro y se pueda volver a filmar"), el joven que pasó un año probando diversos prostéticos para parecer mayor, cambió su foco de atención.
Lejos de las cámaras, los sonidistas y los maquilladores, él le está dedicando todo su tiempo a Akila, una perra belga malinois que nació en marzo del 2019. A "la cabrona", como él le suele decir, hasta le creó una cuenta de Instagram que ya tiene once mil seguidores.
En ella, la perrita a él –que es quien escribe cada posteo– le dice "papá". En la siguiente foto, por ejemplo, tipeó "De paseo con papá".
Y toda esta emoción tiene un motivo, y es que es su primera perrita. Y se ve que lo tiene enamorado, porque dijo que "es la lobita que me robó el corazón" y todo el tiempo sube imágenes con ella y hasta comparte los fanarts que crean sus seguidores.
¿Algo más? Sí, en esta cuarentena, él galán escribió: "Mi mejor alarma para despertar".