Una historia de horror y esperanza tuvo lugar en las últimas horas, luego de que se confirmara el rescate de una joven mendocina víctima de una red internacional de trata de personas. El operativo fue llevado adelante por Gendarmería Nacional Argentina en conjunto con la Policía Nacional del Perú, gracias a un acuerdo de cooperación internacional y al trabajo meticuloso del equipo especializado en delitos complejos.
La joven, cuya identidad se mantiene en reserva para preservar su integridad, había sido contactada un año atrás por un hombre de nacionalidad venezolana a través de redes sociales y foros. Bajo falsas promesas y manipulaciones, fue llevada a Lima, Perú, donde permaneció retenida y fue víctima de explotación.
Todo cambió cuando, días atrás, durante una videollamada con su madre en Argentina, la conexión se interrumpió de forma abrupta tras un episodio violento. Esa señal de alerta fue determinante para iniciar el operativo: su madre realizó una denuncia formal ante la Unidad Fiscal de Mendoza, lo que activó la intervención urgente del Equipo Antitrata de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos de Gendarmería.
Gracias al trabajo articulado con la Dirección Contra la Trata de Personas y Tráfico Ilícito de Migrantes de la Policía del Perú, se logró rastrear la ubicación de la joven a través del análisis de antenas de telefonía. En base a esos datos, se localizó el domicilio donde estaba siendo mantenida en condiciones precarias.
La vivienda fue allanada por efectivos peruanos en presencia de autoridades argentinas. Allí se detuvo al captor, un ciudadano venezolano señalado por captar a mujeres vulnerables a través de portales web. La joven mendocina fue hallada en estado de shock, recostada sobre un colchón en el suelo. Recibió atención médica inmediata y fue contenida por personal especializado.
Las imágenes del rescate son estremecedoras: muestran a la víctima tapada con mantas, asistida por oficiales que lucen camperas con la leyenda "Antihuman Trafficking Task Force". En otra toma, se ve a un hombre sentado en una habitación austera, con paredes blancas, muebles mínimos y una computada sobre una mesa baja.
El operativo se desarrolló bajo el amparo del artículo 27 del Protocolo de Palermo, que promueve la cooperación entre países en casos de trata de personas. Fue clave la rapidez con la que se actuó y la fluidez en el intercambio de datos, lo que permitió dar con el paradero de la víctima y su captor en tiempo récord.
Hoy, la joven ya se encuentra fuera de peligro y bajo protección. Su familia, en Mendoza, aguarda con expectativa su regreso. El caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de prevenir este tipo de delitos y fortalecer los mecanismos de alerta para detectar situaciones de vulnerabilidad. Una historia que comenzó como un engaño virtual y terminó con un rescate internacional que salvó una vida.
Fotos: Ministerio de Seguridad Nacional
