“Les doy mi palabra de que no iban rápido”. Con esa frase, el camionero portugués José Azevedo se plantó frente a la versión oficial que apunta a un exceso de velocidad como la causa principal del accidente en el que murieron Diogo Jota, delantero del Liverpool, y su hermano André Silva, jugador del FC Penafiel, en la autopista A-52 de Zamora, España.
Mientras la Guardia Civil sostiene que el Lamborghini Huracán en el que viajaban los hermanos circulaba muy por encima de los 120 km/h permitidos, dos testigos claves aseguran lo contrario. Uno de ellos es José Aleixo Duarte, transportista que vio pasar el auto minutos antes del impacto. Según relató al medio Correio Da Manha, Jota y su hermano lo adelantaron “a ritmo moderado” y sin maniobras peligrosas. Además, remarcó el mal estado de la autovía como un factor determinante: “La carretera está muy mal, en ese tramo siempre hay problemas”.

Por su parte, Azevedo, quien grabó las primeras imágenes del auto en llamas tras el siniestro, reforzó esta versión: “Me adelantaron con total tranquilidad, sin exceso de velocidad. No sabía quiénes eran hasta el día siguiente. Filmé, me detuve, agarré el extintor e intenté ayudar, pero no pude hacer nada. Absolutamente nada”.
El accidente ocurrió el 3 de julio a las 00:40 en el kilómetro 63,300 de la A-52, cerca de Cernadilla, cuando el Lamborghini perdió el control, volcó y se incendió. El informe preliminar de la Guardia Civil indicó que la alta velocidad y el reventón de un neumático trasero habrían sido las causas principales, aunque la investigación aún no concluyó.
Azevedo sumó otro dato sobre la vía donde ocurrió la tragedia: “Conduzco por esa carretera todos los días, de lunes a sábado, y sé que no sirve para nada. He visto verdaderas barbaridades de otros coches, pero ellos iban súper tranquilos”. El camionero explicó que, a pesar de la oscuridad, distinguió el vehículo perfectamente y que la condición del asfalto “podría haber sido clave en el accidente”.

La familia de los jugadores también participó en las tareas de identificación, ya que los cuerpos quedaron severamente dañados por el fuego. Las pertenencias personales halladas en el lugar fueron fundamentales para confirmar que Jota estaba al volante y su hermano André viajaba como acompañante.
Por su parte, Javier López Delgado, presidente de la Asociación de Auditores de Seguridad Vial (Asevi), explicó al medio La Opinión de Zamora que en este caso intervinieron varios factores. “Hubo velocidad, pero también problemas con el asfalto y con la barrera de contención”, señaló.
Los dos testigos coincidieron en remarcar que Jota y Silva viajaban tranquilos antes del siniestro. “Les doy mi palabra a sus familias: no iban rápido”, concluyó Azevedo.
Mirá También

Cómo es el Lamborghini Huracán, el auto de lujo que manejaba Diogo Jota al momento de su muerte
Mirá También
