En la naturaleza, los leones y los tigres recorren kilómetros y kilómetros sabiéndose dueños de sus tierras: las presas se abren con temor cediéndoles el paso, los búfalos los miran con recelo y los carroñeros siguen sus pasos a la distancia, apostando a que en el futuro habrá comida. Pero en el zoo de Luján, a 7 kilómetros de la Ciudad -y a miles de kilómetros de la sabana africana- nada de eso pasaba. Sin ningún tipo de respeto, durante veintiséis años fueron utilizados como "juguetes" para que la gente pose con ellos y los toquetee mientras sus sentidos estaban alterados y sus mentes seguían vivas en sus cuerpos.
De ese infierno pasaron cinco años, ya que en 2020, tras denuncias de irregularidades y falta de cuidados, el sitio quedó clausurado.

El zoo quedó cerrado, pero ellos quedaron atrapados ahí
En el silencio del predio, en jaulas "atadas con alambre" y recintos superpoblados, actualmente viven 62 'grandes felinos' (mitad tigres, mitad leones). "Al entrar a verlos sentí mucho dolor honestamente. Es que encontré animales sin instinto, entregados. Imaginénse ver a siete leones tirados en la tierra, sin impulso, sin estamina ni interacción ni actitudes propias de su especie. Era como si ya se hubieran dado por vencidos", nos ilustra Luciana D'Abramo (40), la argentina nacida en Monte Grande que lidera el rescate masivo que arrancó el 1º de septiembre de 2025 y con suerte terminará en 2026.

Como responsable a nivel mundial de la organización de bienestar animal Four Paws y miembro del Consejo Ejecutivo, Luciana conversó con GENTE desde Viena, Austria, ciudad en la que vive junto a su familia -un marido marroquí y una hija de tres años- y desde la que dirige la misión que está teniendo lugar en Luján.


El operativo en marcha: logística y un cambio de mirada
"Ahora, entre nuestro equipo, la Brigada de Control Ambiental y la gente del ex zoológico, hay unas treinta a cuarenta personas trabajando todos los días en el predio", nos informa Luciana y confiesa que, al principio, lo que planteaban "para algunos parecía de ciencia ficción".
¿Por qué? "Porque nosotros les explicábamos que íbamos a ir animal por animal sacándolos de sus jaulas y anestesiándolos con la intención de hacerles chequeos y que, mientras tanto, otro equipo de mantenimiento entraría a mejorar los recintos a nivel seguridad, limpieza e infraestructura, para que los animales pudieran volver a un espacio mejor para ellos y para bien también de quienes los está cuidando. Pero la gente no dimensionaba la logística. Ellos no podían entenderlo".


Desde el 1º de septiembre, oficialmente, Four Paws es responsable del futuro de los grandes felinos y de los dos osos, pero ellos no están solos: en el ex zoo quedan cabras, gansos, camellos, guacamayos, monos, gallinas y hasta un chimpancé judicializado que se encuentra bajo la tutela de la familia que era propietaria del zoo.
Con respecto a los tigres y los leones, la directiva de la organización mundial de bienestar relata: "Todo lo que tiene ver con ellos -alimentación, medicamentos, seguridad y demás- quedó a nuestro cargo. Sin embargo, hasta ahora ellos seguían teniendo la tenencia legal y financiando la alimentación básica a través de algunos cuidadores del ex zoo que continuaban trabajando con los animales. Otros, que ya se habían ido, cuando supieron que nosotros ayudaríamos, decidieron volver".

Historias que parten el alma
El drama de estos tigres y leones no empezó ayer, y las evaluaciones médicas revelan un panorama desolador: "Hay felinos con problemas renales por deshidratación crónica y mala nutrición a lo largo de los años", detalla D'Abramo.
Hasta ahora, chequearon 58 felinos: "Fue clave porque nosotros necesitamos saber qué precisan. Algunos, antibióticos urgentes; otros, cirugías complejas que haremos en ambiente estéril en sus lugares de destino".
Los casos individuales son los que más duelen. "Hay una tigresa chiquita que creció como un bonsái de tigre en una jaula mínima y rodeada de animales mucho más grandes. La pobre tenía las uñas encarnadas al punto de estar casi pegadas al hueso porque nunca caminó lo suficiente", comparte aún movilizada por todo lo que presenció junto al equipo en Buenos Aires, y asegura que "ella es una de las primeras que saldrá".

Además, hubo otra tigresa que la impactó desde el inicio: "Fue la primera que tratamos, porque la noche anterior a que empezáramos a hacer las intervenciones había tenido lugar una pelea y la habían atacado: tenía toda la cola cortada al medio de punta a punta y zarpazos en el pecho. Era tan grave la situación que pensamos que había que amputarle la cola, pero uno de nuestros doctores, que es cirujano plástico, la reconstruyó y ella se curó sin infecciones".
"Para evitar que continúen estos zarpazos, mejoramos infraestructuras -ya que todo estaba atado con alambre, literal- y cambiamos candados y cerraduras. Ya nadie puede entrar a esas jaulas sin que los felinos estén anestesiados", le confió a GENTE convencida de que es la mejor decisión.

Un pasado de muerte y abandono
El dato más brutal habla por sí solo: en 2023, Four Paws contó más de 110 felinos, y hoy quedan solo 62. "Pensar que hace tres años se había reportado que había el doble de estos animales es una locura", comenta Luciana con indignación pensando en los felinos que murieron a centímetros de sus pares, víctimas del hacinamiento, peleas y desnutrición. Luego, lanza un comentario que hiela la sangre y queda flotando en el aire: "Cuando miramos los espacios, no hay muchos otros donde podrían haber estado guardados esos otros, con lo cual asumo que el hacinamiento debe haber sido mucho más grande del que estamos viendo ahora".

Qué depara el futuro
Todos los felinos serán trasladados a santuarios: "Algunos van a venir a nuestros santuarios, como Lionsrock en Sudáfrica; y otros de socios con los mismos estándares de cuidado animal. Seguramente los rescates se hagan en distintos momentos. No van a ser todos el mismo día".
Para lograr que todo esto se de en los primeros meses del 2026 hay quince personas que están trabando globalmente para lograrlo.
Al respecto, Luciana remarca que el marco legal es mucho más importante que lo que muchos imaginan: "En julio del 2025 nosotros firmamos un acuerdo macro que va más allá del Zoo de Luján. El acuerdo es para buscar soluciones conjuntas con las autoridades para todos los grandes felinos exóticos en cautiverio en Argentina, cambiando legislación, mejorando los controles y asegurándonos de que ésta sea la última generación de animales que sufra".

Fotos: Gentileza Four Paws International
Agradecemos a Eva Kovacs y a Luciana D'Abramo


