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"Máximo es la alegría de nuestro hogar"

Publicado por
Redacción Gente

Todo iba a ser un gran secreto. Bueno, así lo quería mamá Cecilia. Pero
Carlos -seguramente traicionado por la emoción de ser nuevamente papá- no se
pudo contener y reveló el día y el lugar en que su hijo Máximo Saúl iba a
recibir la bendición de Dios. Por eso, a las 19 horas, la Iglesia Santa Teresa,
en Zapallar -un exclusivo balneario a 170 kilómetros de Santiago, donde
acostumbra veranear la ex Miss Universo con sus padres y hermanos- era un mundo
de gente que pugnaba por ver al heredero.

Un mundo de gente y un mundo de periodistas que se agolparon en la puerta,
mientras en la parroquia, un centenar de amigos y familiares presenciaba la
ceremonia a cargo del sacerdote Francisco Plaza, exactamente a dos meses de que
el pequeño Máximo naciera en la Clínica Las Condes de la capital chilena.

"La cantidad de gente que llegó no estaba en nuestros planes. Por eso adoro
Chile y el amor de los chilenos"
, declaró el ex Presidente. ¿Invitados? Por
parte de la familia paterna, su hermano Eduardo y su ex secretario general,
Alberto Kohan. Y por parte de Cecilia, todos los Bolocco dijeron presente: sus
padres, Enzo y Rose Marie, sus hermanos Juan Pablo y Verónica, mientras que
Diana, la hermana menor -la regalona, así se la llama, es decir, la niña mimada-
fue madrina, junto a su marido, el empresario Gonzalo Cisternas. ¿Por qué esta
elección? Simple respuesta. En Chile, se estila que un matrimonio apadrine a un
niño. Invitados, decíamos. Hubo uno, en especial: la memoria. En plena misa, el
sacerdote recordó a Carlos Menem hijo. Entre la iglesia de piedra y madera,
decorada con gladiolos y claveles rosas, el silencio se hizo más fuerte aún.

Pero hoy es alegría. En el departamento de la pareja en Las Condes, ya está
instalada la ducha para bañar a Máximo. Y el ex Presidente no puede con su
alegría. Bolocco suspira: "¡Carlos está chocho! Me dice que lo siente llorar, y
dice:
'Es un llanto tan dulce… Es la alegría de nuestro hogar, el llanto del
milagro de la vida' No tengo palabras para describir este gozo que vivo con mi
amor…".

Menem y Bolocco, con su hijo en brazos, en el umbral de la Iglesia Santa Teresa de Avila.

Máximo Saúl, en el exacto momento de ser bautizado por el sacerdote Francisco Plaza. Cien almas presentes, una simple decoración de claveles y gladiolos. Y todo el amor de mamá y papá.